Aparecer lo desaparecido: guerra sucia, ausencias y memoria

Esto escribí en El Cafecito más reciente.

Quizá ese día
encontré algo que había perdido antes.
Quizá perdí algo que encontré después.
[…]

Agito mi memoria,
tal vez algo en sus ramas,
adormecido por años,
salga de pronto volando.
No.
Evidentemente exijo demasiado:
tanto como un segundo.

Wislawa Szymborska

A mí me han hecho los hombres que andan bajo el cielo del mundo

buscan el brillo de la madrugada

cuidan la vida como un fuego.

Me han enseñado a defender la luz que canta conmovida

me han traído una esperanza que no basta soñar

y por esa esperanza conozco a mis hermanos.

Entonces río contemplando mi apellido, mi rostro en el espejo

y yo sé que no me pertenecen

en ellos ustedes agitan un pañuelo

alargan una mano por la que no estoy solo.

Juan Gelman

Luz pasó muchos años de su vida sin saber que Aleida era su nombre y que sus padres biológicos fueron Roberto Gallangos y Carmen Vargas. Eso lo supo a los 28, cuando la revista Día Siete publicó un reportaje sobre la desaparición de Roberto Antonio Gallangos Cruz, Carmen Vargas Pérez, Francisco Avelino Gallangos Cruz y los niños Aleida y Lucio Antonio Gallangos Vargas, ocurrida en 1975, en el contexto de la Guerra Sucia en México. Quizá ninguna serie de palabras describa cómo se transformó su vida, cómo tuvo que reconstruirla a partir del reencuentro con su abuela y con la historia de los desaparecidos y cómo luchó hasta encontrar a su hermano que, como ella, había vivido casi 30 años una realidad ajena, con una familia distinta y un nombre distinto.

El rompecabezas de su vida comenzó a armarse entonces y, casi nueve años después, no está completo aún; de hecho, está inserto en el rompecabezas, todavía mayor, de las historias de la represión militar y política, encaminada a disolver los movimientos subversivos del México de finales de los 60 a finales de los 70.

Si bien la de Aleida es una historia que ha logrado ser relativamente visible y aparecer lo desaparecido —ya por el reportaje en Día Siete en 2001, ya por el documental Trazando Aleida, dirigido por Christiane Burkhard en 2008—, hay otras muchas historias cuyas partecitas del rompecabezas no han logrado reunirse. La guerra sucia no fue algo que se quedó en la década de 1970. El dolor de los que ahí perdieron padres, hijos, hermanos, parejas o amigos, vive entre nosotros. La indignación y la impotencia frente a los muchos recursos agotados y casos cerrados, es indescriptible. Las preguntas siguen abiertas y eso que algunos prefieren no contar, otros necesitan gritarlo, porque esas biografías son también la historia de todos.

Más allá de los casos particulares, revisar la memoria silenciada es también pensar quiénes somos como país. Quizá los responsables directos de la represión ya están muertos, pero es evidente que el Estado mexicano le debe una explicación a las familias de los desaparecidos, se las debe, entre otras cosas, por la sistemática violación a sus derechos más elementales; se las debe por la aparición en 2001 y la desaparición en 2006 de la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado —¿será esto una metáfora? —; nos la debe a todos porque olvidar a los que alguna vez se opusieron es abrir la puerta a que otras voces, en otros momentos, sean calladas.

Ante la ausencia de respuestas en todos estos años, el 8 de marzo de este año Aleida Gallangos Vargas presentó una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por la desaparición forzada de sus padres, tíos y algunos amigos. A estas alturas, el daño es irreparable; pero la esperanza de la justicia, no basta soñarla.

Por cierto, asómense al resto del Cafecito…

El tiempo de los políticos en Twitter: el caso mexicano

De mi columna (que se llama igual que este blog) en Razón y Palabra.

Hubo un tiempo sin políticos en Twitter, muchos de ellos no sabían qué era, quizás otros tantos no lo sepan aún. Vino Barack Obama y muchos se maravillaron ante su exitosa campaña en sitios de redes sociales, sobre todo en Facebook y YouTube; vino después el boom de Twitter, el microblogging se popularizó y los grandes medios de comunicación voltearon a verlo, en medio de crisis como las de Irán y Honduras. Entretanto, algunos políticos — impulsados tal vez los menos, por interés genuino; tal vez los más, por recomendación de sus equipos de comunicación y relaciones públicas — fueron llegando a Twitter.

Varios políticos mexicanos tienen presencia actualmente en Twitter. Algunos, como el panista Javier Corral[1], el diputado federal por el PRI, Salvador Caro[2] son muy activos en Twitter y suelen estar en diálogo permanente con sus seguidores. Hay quienes cuentan asuntos cotidianos de sus labores políticas o incluso de su vida diaria, como los senadores Javier Castellón[3], del PRD; Dante Delgado[4], del PT respectivamente; Gerardo Fernández Noroña[5], diputado federal por el PRD; el delegado panista Demetrio Sodi[6] y los gobernadores Rodrigo Medina, Nuevo León[7] y José Calzada[8], de Querétaro.

Otros también participan, aunque no de modo tan continuo e incluso llegan a desaparecer varios días, como el senador perredista Carlos Navarrete[9], el también diputado federal Porfirio Muñoz Ledo[10] y el presidente del PRD, Jesús Ortega[11].

Algunos más, como Andrés Manuel López Obrador[12] y el embajador mexicano Arturo Sarukhan[13], tienen participación constante, pero caracterizada por el monólogo; es decir, no está entre sus costumbres interactuar con los twitteros. A ellos se suman el presidente Felipe Calderón[14] y el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard[15], a quienes con frecuencia se les ven boletines de 140 caracteres, subidos en horas de oficina; el primero, incluso, suele tener actualizaciones tan profundas como “He publicado 11 fotos en Facebook en el álbum ‘Eventos 4’”. Ninguno de los cuatro entra en la discusión.

Un caso curioso es el del ex-senador priísta y actual pre-candidato a gobernador en Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre[16], cuya participación en Twitter se ha transformado: en una primera etapa se caracterizó por la presencia de “boletines”, luego vino un tiempo de mayor interacción con sus seguidores (cuando aún era senador) y ahora combina el uso de la plataforma para labores de propaganda (seguramente por parte de su equipo de campaña) con cierta dosis de interacción personal.

Mención aparte merecen los desaparecidos. El panista Julián Velázquez[17] tuvo una participación activa cuando fue diputado federal, contaba de su actividad legislativa y discutía con los ciudadanos; sin embargo, abandonó Twitter cuando decidió buscar una candidatura; de hecho, en su último tweet informa “He decidido solicitar licencia a mi cargo de Diputado Federal para buscar la candidatura al gobierno del Estado de Tlaxcala”.

Un desaparecido más es el tapatío Aristóteles Sandoval[18], actual presidente municipal de Guadalajara, cuyo último tweet de una fugaz cuenta, corresponde al 5 de julio de 2009 e invita a acudir a votar en aquellas tierras; es evidente que se trató de un elemento más en una estrategia de campaña y no una vía para estar en contacto con los ciudadanos.

Un caso escandaloso fue el del senador Manlio Fabio Beltrones[19], a quien le duró muy poco el gusto (esto ya no es novedad), ya que el 4 de noviembre del presente año hizo su entrada triunfal a Twitter y dedicó varias horas a interactuar con los ciudadanos y pedir propuestas; pero un día después decidió retirarse, bajo el argumento de que los mensajes le resultaron “tan numerosos e importantes que me han desbordado en este momento”. Ahora en su lugar aparece un feo “Sorry, that page doesn’t exist”. Tras su graciosa huída, apareció la cuenta SanBeltrones[20], que satiriza la participación del senador como SenBeltrones y lo presenta como “el Santo de todos los corruptos” y “el Santo del autoritarismo”, entre otros calificativos.

Lo que varios de los políticos antes mencionados no terminan de comprender es que tener presencia en Twitter — como en otras redes —, no se reduce a tener una cuenta activa, muchas veces operada por profesionales de comunicación y medios; sino que es necesario comprender las lógicas de los usuarios en estas redes. Comunicarse constantemente con los otros, compartir recursos, integrarse en causas, pero sobre todo, interactuar a través de menciones, mensajes directos y etiquetas, son prácticas básicas entre los twitteros. Emplear la red para difundir fragmentos de boletines y reproducir las prácticas de mítines políticos de hablar y hablar y hablar, sin escuchar, significa que no se ha reconocido y apropiado el territorio, que no se ha dado importancia a los interlocutores y que no se ha comprendido para qué sirven las redes sociales en línea.

En la vista rápida de los casos que expuse anteriormente, se aprecia que las diferencias en el uso de Twitter entre los políticos, pueden no estar directamente relacionadas con la edad o el partido político, sino con la actitud de búsqueda y el interés por llevar prácticas comunicativas por estas vías.

Las computadoras, los celulares y la conexión en redes, no crean nuevos ciudadanos. Twitter, Facebook, YouTube, Flickr, los blogs y lo que se acumule, tampoco. Podemos decir, incluso, que los usuarios de estas plataformas somos minoría; pero, sin duda, estas vías posibilitan prácticas de comunicación entre pares y eso constituye un gran espacio democrático. Habrá un tiempo — espero — en que la comunicación entre ciudadanos y representantes populares y otros funcionarios, no sea novedad y no dé para tratarlo como tal en una columna.


[1] http://twitter.com/Javier_Corral

 

[2] http://twitter.com/salvadorcaro

[3] http://twitter.com/Senadocastellon

[4] http://twitter.com/DanteDelgado

[5] http://twitter.com/fernandeznorona

[6] http://twitter.com/demetriosodi

[7] http://twitter.com/RodrigoMedina

[8] http://twitter.com/ppcalzada

[9] http://twitter.com/Navarretecarlos

[10] http://twitter.com/munozledo

[11] http://twitter.com/jesusortegam

[12] http://twitter.com/lopezobrador_

[13] http://twitter.com/Arturo_Sarukhan

[14] http://twitter.com/FelipeCalderonH

[15] http://twitter.com/m_ebrard

[16] http://twitter.com/CarlosLozanoAgs

[17] http://twitter.com/julianvelazquez

[18] http://twitter.com/aristotelesgdl

[19] http://twitter.com/SenBeltrones

[20] http://twitter.com/SanBeltrones