Vidas vividas… ¡feliz 2011!

Inventario general del mundo

Arthur Bispo do Rosario fue negro, pobre, marinero, boxeador y artista por cuenta de Dios.

Vivió en el manicomio de Río de Janeiro.

Allí, los siete ángeles azules le transmitieron la orden divina: Dios le mandó hacer un inventario general del mundo.

Monumental era la misión encomendada. Arthur trabajó noche y día, cada día, cada noche, hasta que en el invierno de 1989, cuando estaba en plena tarea, la muerte lo agarró de los pelos y se lo llevó.

El inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras,

vidrios rotos,

escobas calvas,

zapatillas caminadas,

botellas bebidas,

sábanas dormidas,

ruedas viajadas,

velas navegadas,

banderas vencidas,

cartas leídas,

palabras olvidadas y

aguas llovidas.

Arthur había trabajado con basura. Porque toda basura era vida vivida, y de la basura venía todo lo que en el mundo era o había sido. Nada de lo intacto merecía figurar. Lo intacto había muerto sin nacer. La vida sólo latía en lo que tenía cicatrices.

Eduardo Galeano, Espejos.

 

En mi hambre, mando yo…

Peligro en el camino

 

Alrededores de Sevilla, invierno de 1936: se acercan las elecciones españolas.

Anda un señor recorriendo sus tierras, cuando un andrajoso se le cruza en el camino.

Sin bajarse del caballo, el señor lo llama y le pone en la mano una moneda y una lista electoral.

El hombre deja caer las dos, la moneda y la lista, y dándole la espalda dice:

—En mi hambre, mando yo.

 

Eduardo Galeano, Espejos.

Nuevo número de Comunicación y Sociedad

El número 15 de la revista Comunicación y Sociedad (enero-junio 2011), ya está disponible en línea. En él se ha publicado el artículo «El estudio de las prácticas políticas de los jóvenes en Internet», que escribimos Rebeca Padilla de la Torre y yo. El número completo es más que interesante.

ARTÍCULOS

Los límites cambiantes de la vida pública y la privada
John B. Thompson

Comunicación pública, transición política y periodismo en México: el caso de Aguascalientes
Salvador de León

La amplificación social del riesgo: evidencias del accidente en la mina Pasta de Conchos
Nina Yolanda Tejeda García / Lorena Pérez-Florianol

El estudio de las prácticas políticas de los jóvenes en Internet
María Rebeca Padilla de la Torre / Dorismilda Flores Márquez

¿Ni indígena ni comunitaria? La radio indigenista en tiempos neoindigenistas
Antoni Castells i Talens

Agentes del sector cinematográfico y la diversidad cultural en Colombia
Liliana Castañeda López

MATERIALES PARA EL ESTUDIO DE LOS MEDIOS

La telerrealidad en las televisiones españolas (1990-1994)
Javier Mateos-Pérez

RESEÑAS

Identidade, diversidade: práticas culturais em pesquisa
Darwin Franco Migues

La mirada televisiva. Ficción y representación histórica en España
Adrien Charlois Allende

Merchants of culture. The publishing business in the Twenty First Century
Gabriela Gómez Rodríguez

Communication Power
Gabriel Alberto Moreno Esparza

 

¿Dónde queda Katmandú? Del copy&paste a la construcción de información y conocimiento

Publicado originalmente en el blog Cultura Digital, de la Universidad de Buenos Aires.

El copy&paste y el uso de información descontextualizada se traducen, quizá, en dos de los más grandes dolores de cabeza de quienes nos dedicamos a la docencia. Con frecuencia encontramos alumnos que presentan textos total o parcialmente plagiados de Internet; pero también hay estudiantes que se esfuerzan por investigar, sólo que su grave error es dar por hecho que todo lo que encuentran en la red es cierto. De cualquier modo, antes de criticar a la generación de Monografías.com y otras curiosidades, deberíamos preguntarnos por aquélla que está contribuyendo a su formación.

La normalización del plagio como forma de hacer la tarea, tiene que ver con dos razones principales, según los propios jóvenes: es más fácil y los profesores no se dan cuenta. Para los docentes que sí nos damos cuenta, resulta hasta ofensivo pensar que, además de incumplir con sus obligaciones como estudiantes, nos imaginan como unos seres descuidados, ingenuos y pre-cibernéticos. La salida oscila entre una baja nota o la anulación del trabajo, incluso en algunas instituciones existe la figura del DA (deshonestidad académica) para calificar este tipo de conductas.

Por otro lado, la costumbre de incluir información descontextualizada, o bien, de darle legitimidad sólo porque está en la red, es también cada vez más recurrente. A diferencia de “los reyes del plagio”, en estos casos se trata de alumnos que buscan hacer bien su trabajo, pero que no han desarrollado habilidades para discriminar fuentes de información; su argumento, cuando hay errores evidentes, es que “eso decía en Internet”.

En este sentido, el uso de la información en la educación, se constituye como un reto; ya que señalar los errores es fácil, sobre todo si son cometidos por los estudiantes, pero buscar soluciones creativas que permitan mejorar la calidad de los trabajos no siempre es algo que todos —profesores y alumnos— quieran hacer.

Recientemente, Umberto Eco señaló, en entrevista con Eric Fottorino:

En el futuro, la educación tendrá como objetivo aprender el arte del filtro. Ya no hace falta enseñar dónde queda Katmandú o quién fue el primer rey de Francia, porque eso se encuentra en todas partes. En cambio, habría que pedirles a los estudiantes que analicen quince sitios para determinar cuál es para ellos el más confiable. Habría que enseñarles la técnica de la comparación (1).

Provocador, como casi siempre, Eco habla del arte del filtro, pero a la vez invita a pensar la labor de la educación en estos tiempos, en los cuales la escuela ha dejado de ser la proveedora de contenidos, para ser una desarrolladora de competencias. Al respecto, hace pocos posts, Adriana Gewerc Barujel señalaba, en este mismo blog, que:

La escuela no puede ya basar su trabajo en la transmisión de informaciones desde las diferentes disciplinas, a modo de listado para ser repetido, sino profundizar en la manera en que usamos la información para solucionar problemas, para construir conocimiento, para compartirlo, herramientas, para que los sujetos reconstruyan progresivamente sus modos de pensar y vivir su cultura particular (2).

Asumir tales transformaciones implica reconocer la necesidad de cuestionar nuestras propias concepciones sobre la educación, así como nuestras prácticas. Para el caso concreto que nos ocupa en este post, podemos pensar en un desplazamiento del foco de interés que durante mucho tiempo ha estado colocado sobre la información en sí misma, como si fuera algo estático; hacia la comprensión de la información como algo dinámico, centrado en la búsqueda, organización y apropiación de la información para la solución de problemas y/o la construcción de conocimiento.

El problema del copy&paste va más allá del plagio y el problema de la inserción de datos descontextualizados va más allá del descuido o de la ingenuidad; lo verdaderamente grave es que, en la búsqueda de lo fácil, se evita pensar y construir.


(1) Fottorino, E. (2010, octubre 13). Umberto Eco: ‘En el futuro la educación deberá enseñar a comparar sitios web. Revista Ñ. Recuperado el 15 de octubre de 2010, de http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/educacion-debera-ensenar-comparar-Web_0_352764926.html

(2) Gewerc Barujel, A. (2010, octubre 14). No hablemos de las TIC. Hablemos de la escuela, la enseñanza y el aprendizaje. Cultura Digital. Recuperado el 15 de octubre de 2010, dehttp://ubaculturadigital.wordpress.com/2010/10/14/no-hablemos-de-las-tic-hablemos-de-la-escuela-la-ensenanza-y-el-aprendizaje/. Publicado originalmente en la Revista Galega do Ensino Nº 50.

WikiLeaks: la lógica reticular frente al poder

De mi columna en Razón y Palabra.

 

¿Cómo registrarán los historiadores, en el futuro, el caso WikiLeaks? Mis nietos, si alguna vez los tengo, ¿cómo verán el escándalo producido en 2010, tras la publicación de más de 250,000 documentos diplomáticos de Estados Unidos —gran parte de ellos confidenciales e incluso secretos—, el 28 de noviembre de 2010?

El día que estalló la bomba de WikiLeaks, se habló de dos grandes transformaciones que marcarían nuestra historia: una en el modo de llevar las relaciones diplomáticas; otra en el ejercicio del periodismo. En varios años, WikiLeaks ha revelado información por demás comprometedora, como el video del asesinato de civiles y periodistas en Irak, a manos de soldados estadounidenses[1]. La gotita que derramó el vaso fue el llamado cablegate, se intensificó el cerco tanto contra el sitio web como contra su fundador, el australiano Julian Assange, quien es buscado por la Interpol por supuestos cargos de violación y acoso sexual[2]. El 2 de diciembre el sitio web desapareció de la red, se presume que esto ocurrió tras las presiones ejercidas por el gobierno de Estados Unidos, el principal afectado. Alguien, incluso, señaló en Twitter: “WikiLeaks ha muerto”. Sin embargo, unas horas después, la ausencia de wikileaks.org multiplicaba su presencia en wikileaks.ch, wikileaks.nl, mirrorleaks.org, entre otros.

El caso WikiLeaks vuelve a poner en evidencia que la lógica de Internet no es lineal y simple, sino reticular y dinámica. Recientemente, el caso LimeWire cobró visibilidad, tras ser condenado por violación de derechos de autor; una orden judicial emitida en Estados Unidos llevó al cierre de este servicio P2P[3]. Sin embargo, horas después, un grupo de usuarios crearon una nueva versión llamada LimeWire Pirate Edition, con mejoras significativas[4].

Guardando toda proporción, el caso “Rata y Cursi”, en México, mostró algo parecido: en 2009, un usuario de YouTube subió a la red una parodia de la canción “Quiero que me quieras”, de la película Rudo y cursi[5], que hace acusaciones directas sobre malos manejos hechos por el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. El Instituto Federal Electoral pidió a YouTube que retirara el video de la cuenta donde se publicó originalmente[6], pero en pocas horas, éste había sido replicado en otras muchas cuentas e incluso en otros espacios, fuera de YouTube[7].

Aunque los niveles de relevancia, e incluso de afectación, son distintos, lo que WikiLeaks, LimeWire y Rata y Cursi tienen en común son al menos dos asuntos: la publicación de información que instituciones poderosas —unas más poderosas que otras, obviamente— no desean que sea público y cuya difusión es considerada un delito; y la lógica reticular de Internet, que permite no sólo el trabajo colaborativo, sino también la resistencia mediante la replicación de los espacios censurados.

Entre muchos asuntos, el cablegate permite ver que la lógica de red rebasa las lógicas del poder político, acostumbrado a cerrar no sólo lo ilegal, también lo políticamente incorrecto. Asistimos ahora, en tiempo real, a un episodio de lo que ocurre con una potencia mundial, cuando algo se sale de control.

El activismo radical de Julian Assange —a quien se le ha calificado de profeta de la era de la transparencia involuntaria[8]— y sus colaboradores ha quedado registrado en la memoria. El tiempo nos dirá cuáles y de qué tamaño son las implicaciones de esta filtración de datos.

 

PostData. La pregunta que plantea Alberto Chimal en Las Historias no tiene desperdicio: “No somos Assange: no llamamos la atención, no hacemos circular información importante, no somos un peligro para nadie. Pero ¿y si no fuera así? ¿Qué pasaría si, a causa de un error, un capricho de alguien con poder o cualquier otra razón, una persona común se viera privada definitivamente de su parte virtual?”[9]


[1] Khatchadourian, R. (2010, junio 7). No secrets. Julian Assange’s mission for total transparency. The New Yorker. Recuperado el 30 de noviembre de 2010, de: http://www.newyorker.com/reporting/2010/06/07/100607fa_fact_khatchadourian?currentPage=all

[2] El Universal (2010, noviembre 30). Interpol va contra fundador de Wikileaks. Recuperado el 1 de diciembre de 2010, de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/727071.html

[3] El País (2010, octubre 27). LimeWire cierra por orden judicial. Recuperado el 2 de noviembre de 2010, de: http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/LimeWire/cierra/orden/judicial/elpeputec/20101027elpeputec_2/Tes

[4] Notario, E. (2010, noviembre 9). LimeWire vuelve a la vida como LimeWire Pirate Edition. ALT1040. Recuperado el 9 de noviembre de 2010, de: http://alt1040.com/2010/11/limewire-vuelve-a-la-vida-como-limewire-pirate-edition

[6] El Universal (2009, mayo 14). YouTube, sin fecha para bajar el video de Fidel Herrera. Recuperado el 26 de mayo de 2009, de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/597957.html

[7] Trejo Delarbre, R. (2009, mayo 15). Rudos y cursis: el IFE y YouTube. Sociedad y poder. Recuperado el 26 de mayo de 2009, de: http://sociedad.wordpress.com/2009/05/15/rudos-y-cursis-el-ife-y-youtube/

[8] Greenberg, A. (2010, noviembre 29). An interview with WikiLeaks’ Julian Assange. Forbes. Recuperado el 30 de noviembre de 2010, de http://blogs.forbes.com/andygreenberg/2010/11/29/an-interview-with-wikileaks-julian-assange/

[9] Chimal, A. (2010, diciembre 3). A salto de mata. Las Historias. Recuperado el 4 de diciembre de 2010, de: http://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/a-salto-de-mata/

 

Otro poquito de Galeano, sobre la Revolución

Fotos: El trono

Ciudad de México, Palacio Nacional, diciembre de 1914.

El campo, alzado en revolución, invade el planeta urbano. El norte y el sur, Pancho Villa y Emiliano Zapata, conquistan la ciudad de México.

Mientras sus soldados, perdidos como ciego en tiroteo, dan vueltas por las calles pidiendo comida y esquivando máquinas jamás vistas, Villa y Zapata entran al palacio de gobierno.

Y Villa le ofrece a Zapata la dorada silla presidencial.

Zapata no la acepta.

—Deberíamos quemarla—dice—. Está embrujada. Cuando un hombre bueno se sienta aquí, se vuelve malo.

Villa se ríe, como si fuera chiste, desparrama sobre la silla su grande humanidad y posa ante la cámara de Agustín Víctor Casasola.

A su lado, Zapata se ve ajeno, ausente, pero mira la cámara como si disparara balas, no flashes, y con los ojos dice:

—Lindo lugar para irse.

Y al rato nomás, el jefe del sur se vuelve al pueblo de Anenecuilco, su cuna, su santuario, para seguir rescatando, desde allá, las tierras robadas.

Villa no demora en imitarlo:

—Este rancho está muy grande para nosotros.

Los que después se sientan en la codiciada silla, la de los dorados oropeles, presiden las matanzas que restablecen el orden.

Zapata y Villa caen, asesinados a traición.

 

Eduardo Galeano, Espejos.