En mayo pasado presentamos el libro Espacialidades en la era global, que coordiné con Carlos Ríos Llamas. Los 10 capítulos son producto del Seminario del mismo nombre, en el cual participaron colegas de la Facultad de Arquitectura y la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia de la Universidad De La Salle Bajío, para reflexionar sobre el espacio desde distintas perspectivas. El libro fue editado por la propia Universidad y está por acá en acceso abierto. 👇🏻
comunicación
La vida entre pantallas: Metodologías para el estudio de la cultura digital
El pasado viernes 27 de noviembre en el 31 Encuentro Nacional AMIC tuvimos el panel «La vida entre pantallas: Diálogos sobre metodología para el estudio de la cultura digital». Participaron Edgar Gómez Cruz, Emiliano Treré y Gabriela Sued. En la moderación, estuvimos Rodrigo González y yo.
Si bien todo giraba en torno al estudio de la cultura digital desde distintas perspectivas -la etnografía, los métodos digitales, el proyecto de Big Data South-, las reflexiones que aquí salieron van más allá, hacia la metodología en sentido más amplio, los estudios de comunicación, incluso el modo en que llevamos la vida académica en tiempos de pandemia.
Uno de los elementos clave es desarrollar la «imaginación metodológica», que menciona Emiliano Treré en este panel y que había mencionado también Rossana Reguillo en su conferencia.
Por acá está el vídeo.
AMIC 2018… ya falta menos
Falta poco para la celebración del XXIX Encuentro Nacional de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación. Será en mayo, en Monterrey, en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Este año hay novedades. La mayor, quizás, es que la actividad comienza con el I Encuentro Nacional de Investigadores en Formación AMIC. Durante años hemos visto la necesidad de abrir espacios para los jóvenes que están interesados en desarrollar actividades de investigación. Este Encuentro busca cubrir esa necesidad y configurarse como un espacio de diálogo con y entre los jóvenes.
Tendremos también cuatro paneles para discutir sobre temas muy relevantes en la agenda de investigación en comunicación: los desafíos en el estudio de la comunicación digital, las campañas políticas, la producción y circulación de conocimiento y, por supuesto, la memoria en un país que se nos cae a pedazos. Las conferencias magistrales estarán a cargo de François Demers y Paola Ricaurte.
Me entusiasma mucho ser parte de este equipo, prepararnos para el encuentro con las y los colegas y ver crecer a una asociación que hace años me abrió las puertas.
Sobre sociología, comunicación e internet
La revista Espacio Abierto cumple 25 años y los celebra con dos números especiales dedicados a reflexionar sobre la sociología. En el volumen 25, número 3, se abordan los temas clásicos de sociología. El volumen 25, número 4, está dedicado a los temas emergentes. En este último hay un artículo mío, titulado «Recordar el pasado, pensar el futuro: Sociología, comunicación y cultura digital». En él hago una brevísima y parcial revisión de la investigación sobre comunicación y cultura digital en estos 25 años, también esbozo algunas reflexiones acerca del futuro.
313-40: Cuatro años, una tesis, nuevos caminos
Este año comenzó con el fin de un ciclo. El 7 de enero fue mi examen doctoral (eso es a lo que llamo iniciar el 2016 con mucha actividad). Defendí la tesis Imaginar un mundo mejor: La expresión pública de los activistas en internet, ante un jurado de lujo, integrado por los doctores María Martha Collignon, Rossana Reguillo y Geoffrey Pleyers.
En 313 páginas de tesis y 40 minutos de exposición se condensaron los hallazgos de cuatro años y medio de trabajo y se esbozaron algunas líneas para los próximos años. Tengo mucho que agradecer a mis profesores y compañeros del doctorado, a los colegas que he conocido en los congresos y a los familiares y amigos que han soportado mi trabajo en este tiempo. Por supuesto, agradezco enormemente a Libros Vagabundos y Amigos Pro Animal, los grupos activistas que confiaron en esta desconocida y me permitieron ver el mundo desde su perspectiva, para discutir cómo se configura la expresión pública en nuestros tiempos.
Al principio de este post decía que el examen representó el fin de un ciclo, un rito de paso, el cierre oficial de cuatro años de doctorado, que implicaron trabajo también en los meses previos y posteriores; pero en esto hay muchas continuidades, queda trabajo pendiente a partir de la tesis, hay otras preguntas, nuevas inquietudes y muchas incertidumbres.
Las fotos que acompañan este post son de Marcela de Niz y Fernando Cornejo.
Provocaciones de un cartógrafo nocturno
Escuchar en vivo a la bibliografía puede ser muy inspirador. En junio, la Universidad de Guadalajara otorgó el Doctorado Honoris Causa a Jesús Martín Barbero y eso se tradujo en una gran oportunidad para escuchar a esa parte fundamental en la bibliografía sobre comunicación, primero en el acto protocolario en el Paraninfo y, al día siguiente, en una charla más en cortito en el CUCSH. A ésta última, por cierto, Guillermo Orozco tuvo a bien invitar tanto a investigadores consolidados del campo de la comunicación en México como a jóvenes que apenas iniciamos nuestros caminos. Los primeros fueron testigos de la irrupción de este filósofo, con una mirada más densa, en el estudio de la comunicación. Los más jóvenes llegamos a la universidad cuando De los medios a las mediaciones ya era un clásico. Precisamente en esa charla, Jesús Martín Barbero disparó una pregunta sobre la investigación de comunicación: ¿qué tiene que ver lo que a mí me gusta y lo que yo investigo con lo que está sufriendo mi país? La pregunta encierra una crítica a cierto grado de narcisismo en las líneas de investigación en comunicación, a la desvinculación entre la academia y aquellos sectores sociales que estudia, a la burocratización de las universidades. A propósito de la formación de doctorado, Martín Barbero planteó que éste debería ser una experiencia personal enriquecedora y de implicación social. A veces olvidamos esto último en medio de las implacables fechas de entrega de trabajos y avances de investigación, muy seguido caemos en la cuadriculización de la vida académica mientras llenamos formatos para Conacyt, muchas veces perdemos de vista que las estas becas que nos permiten acceder a una formación de alto nivel le cuestan al país. ¿Qué tanto le aportamos?
La búsqueda de mirar más allá: El G1 de AMIC y el viraje hacia lo público y lo político
Hace por lo menos un año que los participantes constantes del G1 de AMIC (grupo de investigación sobre nuevas tecnologías, internet y sociedad de la información) entramos en una especie de etapa auto-reflexiva, a partir de la pregunta por las preguntas que nos hemos hecho a través de estos años. La discusión de este año fue, quizás, una de las más ricas en muchos sentidos.
Este año —en el que, por cierto, hubo menos ponencias, pero de mayor calidad— fue posible identificar dos tendencias en el grupo: una en torno a las identidades, la performatividad y las interfaces[1], que da continuidad y profundiza lo que habíamos trabajado en los años previos; otra que constituye un viraje hacia las preguntas por lo público y lo político[2].
Quienes llevamos varios años en el grupo observamos diversos desplazamientos temáticos, teóricos y metodológicos. Temáticamente, vamos superando esta especie de mediacentrismo que durante varios años arrastramos. Dejamos de hablar de blogs, Second Life, Facebook o Twitter, para hablar de procesos comunicativos más amplios. Teóricamente, parece que todos los caminos llevan a la lingüística, la semiótica, la psicología, la filosofía política y la sociología de movimientos sociales, en la búsqueda de abordajes que den cuenta de la complejidad de estas prácticas de comunicación. Metodológicamente, nuestros abordajes cualitativos de siempre se han enriquecido con lo cuantitativo —sobre todo a partir del trabajo con big data— y lo mixto.
Tanto en las sesiones como en los pasillos, nos preguntamos más de una vez cuál es la especificidad de nuestro grupo, cuando en todos los grupos hay discusiones que implican mediaciones tecnológicas (en educación, audiencias, periodismo y más) y cuando —disculpen todos por ser tan necia con este punto— nuestras nuevas tecnologías se han hecho viejas. Quizás este momento de incertidumbres, que nos resulta tan desafiante y emocionante, es la señal de que nuestro grupo está madurando. Ya veremos qué depara el próximo año.
[1] En esta línea pueden situarse las ponencias de Jorge Hidalgo Toledo (Hipermediatización: prácticas performativas y cambios estruc- turales en la construcción de las constelaciones e identidades hipermediales), Gabriel Pérez Salazar, Francesco Gervasi y Basilia Fernanda Cuevas (Expresión de identidades religiosas en línea: El caso de la Santa Muerte en Facebook), Jacob Bañuelos Capistrán (Documentalismo conversacional en Instagram: interface e interactividad multidimensional), Raquel Espinosa Castañeda (Generación de imágenes mentales a partir de la percepción virtual táctil en personas ciegas utilizando tecnologías de realidad virtual y sistemas hápticos), Magdalena López de Anda (Genealogía de los Mundos Virtuales: del relato al inventario) y Josela Romero López (El talante polisémico de la noción redes sociales).
[2] Esta línea se integra por las ponencias de María de la Luz Casas Pérez (Ciudades inteligentes y ambientes de comunicación digital), Amílcar Chavarría Cruz (Esfera pública, de lo tangible a lo digital. Twitter en las Elecciones Presidenciales México 2012), Guiomar Rovira Sancho (La política en las redes digitales: un espacio sin aura), Miguel Angel Rivera Herrera (¿Interacción política en el marco de la Sociedad de la Información?: Un análisis del uso de la red social Twitter por ciudadanos y candidatos presidenciales en la elección México 2012), Jacobo Nájera, Paola Ricaurte Quijano y Jesús Robles Maloof (Las sociedades de control: biopoder, tecnología y vigilancia de Estado), la mía (La red, la calle y los medios: Tres escenarios para el estudio de la expresión pública de los activistas) y la de Juan Manuel Ávalos González, que no alcanzó a llegar, pero que es un elemento constante en este grupo (Disidencia juvenil y medios digitales. Aproximación a la experiencia del #YoSoy132 Tijuana).
El retorno de AMIC a los asuntos públicos
Fátima Fernández Christlieb, quien fue la primera presidenta de la AMIC (Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación), señaló en el Encuentro del año pasado, que esta comunidad se había encerrado en la academia y se había olvidado de su responsabilidad social. El Encuentro de 2014 fue un regreso a la discusión sobre los asuntos públicos.
La coyuntura de la legislación sobre telecomunicaciones fue el centro de atención de los investigadores desde semanas antes del encuentro. Las contradicciones entre la reforma constitucional promulgada en 2013 y la iniciativa de ley propuesta en 2014 derivó en el pronunciamiento de ésta y otras comunidades académicas: tanto la AMIC como el CONEICC (Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación en Ciencias de la Comunicación) —este último en conjunto con la AMEDI (Asociación Mexicana del Derecho a la Información)— presentaron sus posicionamientos y establecieron encuentros con legisladores.
El Encuentro AMIC 2014, celebrado en San Luis Potosí, tuvo como constante la discusión sobre estos cambios en la legislación.
La conferencia inaugural, a cargo de Martín Becerra (profesor-investigador en la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad de Buenos Aires y el CONICET) abordó las nuevas regulaciones en telecomunicaciones, en relación con la concentración de la propiedad mediática. Señaló que América Latina es una de las regiones con mayores niveles de concentración y que, en ella, los medios son poco regulados, pero muy controlados mediante otros mecanismos. La concentración, señaló, es una amenaza indirecta para la libertad de expresión. Con las regulaciones en América del Sur no vemos una desconcentración, sino una rearticulación de fuerzas mercantiles. El cambio regulatorio en México es concesivo con los grupos de medios y duro contra las telecomunicaciones, mientras que en Argentina es al revés; al parecer en ningún país latinoamericano avanzan al parejo. La complejidad radica en que el objeto a regular es un objeto en movimiento, en constante transformación.
El primer panel, “La reforma constitucional y la ley secundaria en materia de telecomunicaciones, radiodifusión y competencia económica”, reunió a Alejandro Navarrete (comisionado del IFETEL), Beatriz Solís Leree (UAM Xochimilco), Aleida Calleja (Observatorio Latinoamericano de Políticas de Comunicación), Agustín Ramírez (AMEDI) y Javier Corral (senador). Beatriz Solís Leree y Aleida Calleja enfatizaron la inconstitucionalidad de la iniciativa de ley, su carácter de contrarreforma al presentar planteamientos que contradicen la reforma aprobada el año pasado, así como la vulneración de la autonomía del IFETEL. Agustín Ramírez se refirió a la ausencia precisamente del IFETEL en la discusión sobre la reforma y recordó el papel de este instituto como órgano regulador, frente a lo que había señalado Alejandro Navarrete sobre el carácter de órgano técnico, sin posibilidades de tomar decisiones. Mientras que Javier Corral expresó su oposición a la iniciativa de ley, coincidió en que contraviene lo aprobado en la reforma constitucional y alertó sobre el peligro del regreso al control gubernamental.
El segundo panel, “La investigación de la comunicación ante la reforma constitucional. Nuevos objetivos y procesos de estudio”, reunió a Alma Rosa Alva de la Selva (UNAM), Javier Esteinou Madrid (UNAM), Aimée Vega Montiel (UNAM) y Enrique Sánchez Ruiz (Universidad de Guadalajara). Alma Rosa Alva de la Selva señaló la importancia de trascender la coyuntura y situó a la economía política de la comunicación como una excelente vía para analizar estos procesos. Javier Esteinou Madrid recuperó la discusión sobre la oposición tan evidente entre la reforma constitucional de 2013 y la iniciativa de leyes secundarias de 2014, en términos de un debilitamiento del Estado mexicano. Aimée Vega Montiel defendió la perspectiva de derechos humanos de las mujeres en relación con los derechos humanos de las audiencias. Señaló que la reforma constitucional en telecomunicaciones de 2013 no asumió la Plataforma de Beijing y, además, que no existe una política formal de género y de comunicación en las regulaciones de medios en América Latina. Por ello, señaló, es tan importante transformar nuestros resultados de investigación en acciones política. En su oportunidad, Enrique Sánchez Ruiz señaló que el análisis de la reforma en telecomunicaciones requiere articular la teoría de comunicación con otras disciplinas sociales. El enfoque de economía política es necesario, dijo. Sobre todo, es importante no perder de vista la dimensión política: que la gente participe o no, es un asunto de cultura política.
El tercer panel fue “Audiencias, consumidores y medios públicos”. En él participaron Guillermo Orozco Gómez (Universidad de Guadalajara), Patricia Ortega (UAM Xochimilco), Gabriel Sosa Plata (UAM Xochimilco / ombudsman en Noticias MVS) y Adriana Labardini (comisionada de IFETEL). Guillermo Orozco señaló que las audiencias han sido soslayadas en la reforma, lo cual habla de u gran desconocimiento. Patricia Ortega señaló que, como audiencias, tenemos derecho a tener medios públicos y recordó que, históricamente, el Estado mexicano ha favorecido los medios comerciales en detrimento de los medios públicos. Gabriel Sosa Plata criticó la contradicción entre la reforma constitucional, que incorpora algunos derechos ciudadanos y derechos de las audiencias, mientras la iniciativa de ley no recupera estos planteamientos. Además, enfatizó que si no hay un modelo democrático de medios de comunicación, debemos trabajar para que así sea. Finalmente, Adriana Labardini dijo que los servidores públicos tienen una gran responsabilidad, pero la posibilidad de cambio está en los ciudadanos.
En suma, la discusión dejó ver acuerdos entre los académicos, activistas y el legislador que participó. Asimismo, los comisionados de IFETEL perdieron la oportunidad de presentar una posición en la discusión, aunque también es claro que se encontraban en una posición complicada. Como señalé en el principio de este post, el Encuentro AMIC de este año recuperó una discusión en curso acerca de la reforma constitucional y las leyes secundarias. Si bien se trata de una discusión que importa —o debería importar a todos los ciudadanos—, la responsabilidad de los especialistas en comunicación es innegable. De ahí que sea tan relevante que la AMIC haya luchado por el diálogo con los legisladores y haya recuperado su carácter como una comunidad académica comprometida con los asuntos públicos. La discusión continuará.
Caleidoscopio, la comunicación y los memes
Caleidoscopio, la revista académica del Centro de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, tendrá el próximo lunes la presentación de sus números 28 y 30. Se trata de números especiales, con motivo del 30 aniversario de las carreras de Comunicación en la universidad, que fue celebrado el año pasado. Estas ediciones fueron trabajadas bajo la coordinación de Rebeca Padilla y Norma Medina y cuentan con artículos de investigadores de varios países: Saúl Lázaro Altamirano, Janny Amaya Trujillo, Mónica Barrientos Bueno, François Demers, Víctor Fonseca López, Raúl Fuentes Navarro, Citlalli González Ponce, Magdalena López de Anda, Miguel Cedeño Navarro, José Manuel López Romero, Luz Estela Quezada Viay, Blanca Racioppe, Marta Rizo García, Frida Rodelo Amezcua, Aurora Terán Fuentes y también hay uno mío.
Como presentador participará Gabriel Pérez Salazar (UAdeC Saltillo), quien además impartirá la conferencia «Memes en internet. Una propuesta de análisis teórico». Conozco la calidad del trabajo de Gabriel y ya muero de ganas de escuchar su conferencia.
La presentación es el lunes 12 de mayo, a las 6 de la tarde, en el Auditorio Ignacio T. Chávez de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. La conferencia es el mismo día y en el mismo lugar, pero a las 7 de la noche.
Alain Touraine, los movimientos sociales y los derechos humanos
Hace muchos meses que pretendía escribir este post, pero como ha dicho Italo Calvino en Si una noche de invierno un viajero…, «es inútil que rabie con la manía de hacer girar hacia atrás los relojes y los calendarios esperando retornar al momento precedente a aquel en el cual ha ocurrido algo que no debía ocurrir». El punto es que, aunque me he tardado mucho, decidí retomar algunas notas que he guardado desde octubre pasado (el mes del maratón académico) sobre el Foro El Poder Hoy de la Cátedra Alain Touraine, en la Universidad Iberoamericana Puebla.
No exagero si digo que asistir a ese foro fue una de las experiencias más interesantes de mi vida académica, tanto por los asuntos que ahí se abordaron, como por la experiencia misma.
La dedicatoria prometida
Ya lo había contado en el post anterior, pero uno de los grandes momentos del Foro fue cuando Boaventura de Sousa dedicó su conferencia al pueblo wixárika, un día después de que dialogara con algunos de sus representantes en Guadalajara. Fue el cumplimiento de una promesa y, a la vez, fue colocar en la mesa una preocupación compartida por diversos movimientos sociales. Boaventura resaltó que el punto común entre las movilizaciones es el sentimiento de indignación frente a la destrucción de la democracia, la reconstrucción de ésta implica celebrar la diversidad y crear una conversación global donde el sur pueda aportar.
Las antorchas encendidas
Los movimientos de los jóvenes, la defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión fueron asuntos clave para la discusión. En las dos conferencias que dio, Alain Touraine situó los derechos humanos como un elemento central de lo social. Los derechos humanos, dijo, están por encima de todas las autoridades y todas las leyes, implican una construcción ética de lo social. El mundo ha dejado de pensarse en términos sociales y es urgente recordar, con Hannah Arendt, que los seres humanos tienen derecho a tener derechos.
El panel «La emergencia de los jóvenes en la crítica y la construcción del poder» —en el que participaron Pablo Reyna (Más de 131), Andrés Fielbaum (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile) e Ignacio Sierra (Democracia Real Ya)— permitió conocer la experiencia de activistas jóvenes en las movilizaciones en México, Chile y España que, en esencia, han sido experiencias de recuperación del espacio público, de politización de las generaciones más jóvenes, así como de expresión de las demandas de sectores que tradicionalmente habían sido marginados. Si bien en el discurso de estos jóvenes estaban presentes las dificultades, escucharlos fue esperanzador.
El panel sobre Wikileaks —en el que participaron Kristin Hrafnsson (vocero de Wikileaks), Blanche Petrich y Pedro Miguel (ambos, de La Jornada)— sirvió para discutir sobre las implicaciones de Wikileaks en la política, la economía y los medios de comunicación de nuestros tiempos. De acuerdo con Hrafnsson, cuando en 2010 Wikileaks difundió el vídeo sobre los abusos del ejército estadounidense en Irak, se esperaba la cobertura mediática en torno al crimen de guerra; sin embargo, los medios de comunicación se ocuparon más por preguntarse cómo se había filtrado el vídeo, qué era Wikileaks y quién era Julian Assange. Las reacciones más evidentes han sido del gobierno de Estados Unidos, pero también del poder económico. Pese a todo y, con los años, «no han podido silenciarnos», dijo Hrafnsson.
Del dolor a la gran lección de humildad
Un panel que movió fibras muy sensibles fue aquel en el que participaron Javier Sicilia (Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad) y Roberto Garretón (quien estuviera en su momento en la Vicaría de la Solidaridad, que asistió y documentó los casos de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, en Chile). El relato de Garretón fue tan desgarrador como esperanzador. El relato de Sicilia fue tan doloroso como poético. La gran lección de humildad vino de Alain Touraine, quien permaneció en primera fila casi los tres días que duró el Foro y estuvo siempre atento a los otros, siempre tomando notas. Sobre todo, cuando terminó de hablar Javier Sicilia, Alain Touraine fue el primero en ponerse de pie para darle un aplauso. En nuestro mundito académico desbordante de soberbia, es frecuente ver académicos de cualquier edad (algunos apenas en formación) que piensan que no tienen mucho que aprender de los otros. En octubre, ver a alguien tan grande como Alain Touraine, con 88 años encima y una trayectoria académica increíble, en la búsqueda de aprender de los otros y verlo reconocer con un aplauso de pie a Sicilia fue algo muy emotivo para quienes lo presenciamos. Fue también recordar que en las ciencias sociales nos debemos a los otros.