The wireless age: las novedades un poquito viejas

De mi columna, que se llama igual que este blog, en Razón y Palabra.

 

Hablar de wireless suele asociarse a una relativa novedad, concretamente, a la posibilidad de conectarse a Internet sin necesidad de cables. The wireless age, curiosamente, fue una novedad hace casi 100 años; ése era el título de la revista interna de Marconi Company, que circuló de 1911 a 1926, los primeros dos años, bajo el título Marconigraph[1] y, a partir de 1913, como Wireless age[2].

Por extraño que parezca, a principios del siglo XX ya tenía sentido hablar de lo inalámbrico (wireless), a partir de los avances en radiotelegrafía o telegrafía inalámbrica, lo cual valió el Premio Nobel de Física en 1909, al ingeniero italiano Guglielmo Marconi y al físico alemán Carl Ferdinand Braun[3]. Estas innovaciones provocaron grandes transformaciones en la comunicación de aquellos tiempos y sentaron las bases para otros inventos que se producirían después.

Es importante señalar que la telegrafía, como todos los adelantos, estuvo ligada a otros desarrollos: la electricidad y el ferrocarril. La primera no requiere mayor explicación. El segundo, como observan Briggs y Burke, suele ubicarse en la historia del transporte, no en la de los medios; sin embargo, los primeros tendidos de líneas telegráficas se instalaban justamente junto a las líneas ferroviarias. Sobra decir que en aquel tiempo, el sistema de medios estaba profundamente ligado al sistema de transporte, puesto que la comunicación de los mensajes era parte de las vías físicas de comunicación: “los flujos de información siguieron tradicionalmente los flujos del comercio, pues los mercaderes llevaban las noticias junto con las mercancías por mar y por tierra”[4].

El desarrollo de los medios de comunicación estuvo profundamente relacionado también con el poder, los gobiernos mostraron gran interés en la expansión de las comunicaciones, éstas, según ha señalado el politólogo norteamericano Kart Deutsch, “son los nervios del gobierno, particularmente importantes en los Estados grandes y sobre todo en los imperios muy extendidos”[5]. En el contexto militar, la telegrafía fue fundamental. Esta historia parece repetirse, décadas después, con los avances en tecnología computacional y comunicación a través de redes.

En términos tecnológicos, la heredera más o menos directa de la telegrafía fue la radio, que se constituye como un punto fundamental en la historia de los medios de comunicación. Precisamente la radio y la telefonía adquirieron también el status de “inalámbricos” en su momento, junto con algunos otros instrumentos como los micrófonos, los timbres de las casas, los amplificadores empleados en música y más. De algún modo, la tecnología inalámbrica se ha incorporado profundamente en nuestra vida cotidiana.

Curiosamente, en nuestros tiempos, cuando el telégrafo ha sido desplazado por otras formas de comunicación, las computadoras portátiles y el acceso inalámbrico a Internet ostentan la ausencia de cables como signo de modernidad —lo que sea que esto último signifique—. Sin embargo, la historia de la tecnología y de los medios, ha sido una historia de innovaciones constantes, en la cual es tan recurrente como ambiguo, colocar los calificativos de “nuevo” y “moderno”. Wireless es uno de esos términos que fueron nuevos hace casi un siglo y siguen sonando a nuevos —o se siguen explotando como tales— ahora.

Mirando hacia atrás y luego hacia el presente, es evidente que sin el telégrafo no podríamos comprender la emergencia y el desarrollo de la radio y la televisión. Sin la Wireless age de 1913 no podríamos comprender nuestra wireless age de principios del siglo XXI.

 


 

[1] Briggs, A. y P. Burke (2002). De Gutenberg a Internet. Una historia social de los medios de comunicación. Madrid: Santillana.

[2] The Marconigraph / The Wireless Age (2006). InfoAge. A science/history learning center and museum. Disponible en: http://www.infoage.org/html/wireless-age-on-file.html

[3] All Nobel Prizes in Physics (2010). Nobelprize.org, the official website of the Nobel Prize. Disponible en: http://nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/

[4] Briggs, A. y P. Burke. Op. cit.

[5] Briggs, A. y P. Burke. Op. cit.

El tiempo de los políticos en Twitter: el caso mexicano

De mi columna (que se llama igual que este blog) en Razón y Palabra.

Hubo un tiempo sin políticos en Twitter, muchos de ellos no sabían qué era, quizás otros tantos no lo sepan aún. Vino Barack Obama y muchos se maravillaron ante su exitosa campaña en sitios de redes sociales, sobre todo en Facebook y YouTube; vino después el boom de Twitter, el microblogging se popularizó y los grandes medios de comunicación voltearon a verlo, en medio de crisis como las de Irán y Honduras. Entretanto, algunos políticos — impulsados tal vez los menos, por interés genuino; tal vez los más, por recomendación de sus equipos de comunicación y relaciones públicas — fueron llegando a Twitter.

Varios políticos mexicanos tienen presencia actualmente en Twitter. Algunos, como el panista Javier Corral[1], el diputado federal por el PRI, Salvador Caro[2] son muy activos en Twitter y suelen estar en diálogo permanente con sus seguidores. Hay quienes cuentan asuntos cotidianos de sus labores políticas o incluso de su vida diaria, como los senadores Javier Castellón[3], del PRD; Dante Delgado[4], del PT respectivamente; Gerardo Fernández Noroña[5], diputado federal por el PRD; el delegado panista Demetrio Sodi[6] y los gobernadores Rodrigo Medina, Nuevo León[7] y José Calzada[8], de Querétaro.

Otros también participan, aunque no de modo tan continuo e incluso llegan a desaparecer varios días, como el senador perredista Carlos Navarrete[9], el también diputado federal Porfirio Muñoz Ledo[10] y el presidente del PRD, Jesús Ortega[11].

Algunos más, como Andrés Manuel López Obrador[12] y el embajador mexicano Arturo Sarukhan[13], tienen participación constante, pero caracterizada por el monólogo; es decir, no está entre sus costumbres interactuar con los twitteros. A ellos se suman el presidente Felipe Calderón[14] y el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard[15], a quienes con frecuencia se les ven boletines de 140 caracteres, subidos en horas de oficina; el primero, incluso, suele tener actualizaciones tan profundas como “He publicado 11 fotos en Facebook en el álbum ‘Eventos 4’”. Ninguno de los cuatro entra en la discusión.

Un caso curioso es el del ex-senador priísta y actual pre-candidato a gobernador en Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre[16], cuya participación en Twitter se ha transformado: en una primera etapa se caracterizó por la presencia de “boletines”, luego vino un tiempo de mayor interacción con sus seguidores (cuando aún era senador) y ahora combina el uso de la plataforma para labores de propaganda (seguramente por parte de su equipo de campaña) con cierta dosis de interacción personal.

Mención aparte merecen los desaparecidos. El panista Julián Velázquez[17] tuvo una participación activa cuando fue diputado federal, contaba de su actividad legislativa y discutía con los ciudadanos; sin embargo, abandonó Twitter cuando decidió buscar una candidatura; de hecho, en su último tweet informa “He decidido solicitar licencia a mi cargo de Diputado Federal para buscar la candidatura al gobierno del Estado de Tlaxcala”.

Un desaparecido más es el tapatío Aristóteles Sandoval[18], actual presidente municipal de Guadalajara, cuyo último tweet de una fugaz cuenta, corresponde al 5 de julio de 2009 e invita a acudir a votar en aquellas tierras; es evidente que se trató de un elemento más en una estrategia de campaña y no una vía para estar en contacto con los ciudadanos.

Un caso escandaloso fue el del senador Manlio Fabio Beltrones[19], a quien le duró muy poco el gusto (esto ya no es novedad), ya que el 4 de noviembre del presente año hizo su entrada triunfal a Twitter y dedicó varias horas a interactuar con los ciudadanos y pedir propuestas; pero un día después decidió retirarse, bajo el argumento de que los mensajes le resultaron “tan numerosos e importantes que me han desbordado en este momento”. Ahora en su lugar aparece un feo “Sorry, that page doesn’t exist”. Tras su graciosa huída, apareció la cuenta SanBeltrones[20], que satiriza la participación del senador como SenBeltrones y lo presenta como “el Santo de todos los corruptos” y “el Santo del autoritarismo”, entre otros calificativos.

Lo que varios de los políticos antes mencionados no terminan de comprender es que tener presencia en Twitter — como en otras redes —, no se reduce a tener una cuenta activa, muchas veces operada por profesionales de comunicación y medios; sino que es necesario comprender las lógicas de los usuarios en estas redes. Comunicarse constantemente con los otros, compartir recursos, integrarse en causas, pero sobre todo, interactuar a través de menciones, mensajes directos y etiquetas, son prácticas básicas entre los twitteros. Emplear la red para difundir fragmentos de boletines y reproducir las prácticas de mítines políticos de hablar y hablar y hablar, sin escuchar, significa que no se ha reconocido y apropiado el territorio, que no se ha dado importancia a los interlocutores y que no se ha comprendido para qué sirven las redes sociales en línea.

En la vista rápida de los casos que expuse anteriormente, se aprecia que las diferencias en el uso de Twitter entre los políticos, pueden no estar directamente relacionadas con la edad o el partido político, sino con la actitud de búsqueda y el interés por llevar prácticas comunicativas por estas vías.

Las computadoras, los celulares y la conexión en redes, no crean nuevos ciudadanos. Twitter, Facebook, YouTube, Flickr, los blogs y lo que se acumule, tampoco. Podemos decir, incluso, que los usuarios de estas plataformas somos minoría; pero, sin duda, estas vías posibilitan prácticas de comunicación entre pares y eso constituye un gran espacio democrático. Habrá un tiempo — espero — en que la comunicación entre ciudadanos y representantes populares y otros funcionarios, no sea novedad y no dé para tratarlo como tal en una columna.


[1] http://twitter.com/Javier_Corral

 

[2] http://twitter.com/salvadorcaro

[3] http://twitter.com/Senadocastellon

[4] http://twitter.com/DanteDelgado

[5] http://twitter.com/fernandeznorona

[6] http://twitter.com/demetriosodi

[7] http://twitter.com/RodrigoMedina

[8] http://twitter.com/ppcalzada

[9] http://twitter.com/Navarretecarlos

[10] http://twitter.com/munozledo

[11] http://twitter.com/jesusortegam

[12] http://twitter.com/lopezobrador_

[13] http://twitter.com/Arturo_Sarukhan

[14] http://twitter.com/FelipeCalderonH

[15] http://twitter.com/m_ebrard

[16] http://twitter.com/CarlosLozanoAgs

[17] http://twitter.com/julianvelazquez

[18] http://twitter.com/aristotelesgdl

[19] http://twitter.com/SenBeltrones

[20] http://twitter.com/SanBeltrones

el blogging sigue vivo

De mi columna en Razón y Palabra.

La primera vez que sentí la experiencia de un blog fue en verano de 2003: leí un post acerca de esa actividad tan cotidiana de conducir a solas, el autor partía de lo anecdótico para plantear una reflexión sobre la soledad y sobre quiénes son los otros que van alrededor en sus respectivos autos, en sus respectivas vidas, quizás. Antes había leído otros blogs, sobre tecnología, sobre relaciones públicas; pero la única diferencia que, para mí, mostraban frente a los sitios web típicos, era que permitían comentarios; el resto era casi igual, era contenido producido por expertos “para un público”. Sin embargo, el post de conducir a solas me permitió ver ahí mi propia experiencia, identificarme con lo que dicen las letras de alguien que es como yo — en aquel tiempo, tanto el autor del blog como yo éramos estudiantes de licenciatura —, sentir que lo muy personal también es de todos y, por lo mismo, encontrar una manera distinta de comprender Internet.

Recientemente, Blogger cumplió 10 años, desde su lanzamiento en agosto de 1999, por Pyra Labs y tras ser adquirida por Google en 2002[1]. Con motivo del aniversario, Rick Klau, Product Manager de Blogger, declaró que “el blogging se ha convertido en parte del aire en Internet”[2]. Pero el blogging como práctica comunicativa es ligeramente más viejo que Blogger como empresa. Se atribuye a Justin Hall el lugar como primer blogger de la historia, éste comenzó a publicar su Justin’s home page en enero de 1994[3]; en ella, subía poemas e historias cortas, así como historias de su propia vida, con actualizaciones diarias[4].

En estos 10 o 15 años, hemos visto que la blogósfera ha crecido de una manera impresionante y se ha constituido como un lugar para expresarse libremente. Por el blogging hemos leído las reflexiones más íntimas de millones de sujetos que, en ocasiones, ni conocemos; hemos encontrado las otras versiones de la guerra en Irak, en los warblogs[5], así como de los conflictos tras las elecciones en Irán y tras el golpe de estado en Honduras[6];  hemos conocido a Yoanni[7], la blogger cubana opositora al régimen, que ha visibilizado, desde lo cotidiano, las tensiones políticas en su país; y hemos sido testigos de cierto tipo de activismo electrónico, como es el caso del Blog Action Day[8].

Hemos visto también, en estos años, que las miradas sobre la blogósfera han evolucionado y han pasado de las preguntas por los blogs a las preguntas por los bloggers y el blogging, tanto en los estudios académicos, como en los estudios comerciales. Por ejemplo, si bien durante muchos años los reportes de David Sifry y Technorati se centraron en cuántos millones de blogs había, State of the Blogosphere 2009[9], el reporte más reciente, está centrado en los bloggers, sus perfiles, sus prácticas y sus percepciones.

Contra varios pronósticos, Twitter, Facebook y otras redes no han desplazado al blogging, sino que entre ellos se ha formado un complejo tejido de redes superpuestas que da lugar a otras dinámicas en la comunicación en Internet.

 

La blogósfera sigue viva, después de tantos años, no sólo porque “el blogging se ha convertido en parte del aire en Internet”, como dijo Rick Klau, sino porque el blogging se ha incorporado en la vida cotidiana de millones de usuarios y se ha constituido como su posibilidad de tomar la palabra pública, de soltar la propia voz y a la vez sostener una conversación, de ser quien se es junto con los otros… de ser, como decía el primer post personal que leí, el que conduce solo y se sabe entre otros.

 


[1] Blogger (sf). Historia de blogger. Recuperado el 14 de agosto de 2009, de http://www.blogger.com/about

[2] Shiels, M. (2009, octubre 7). Blogger marks 10 year milestone. BBC News. Recuperado el 7 de octubre de 2009 de http://news.bbc.co.uk/2/hi/technology/8286174.stm

[3] Harmanci, R. (2005, febrero 20). Time to get a life – pioneer blogger Justin Hall bows out at 31. San Francisco Chronicle. Recuperado el 3 de diciembre de 2007 de http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2005/02/20/MNGBKBEJO01.DTL

McCullagh, D. y A. Broache (2007, marzo 20). Blogs turn 10 – who’s the father? CNET News.com. Recuperado el 3 de diciembre de 2007 de http://www.news.com/Blogs-turn-10-whos-the-father/2100-1025_3-6168681.html

Rosen, J. (2004, diciembre 19). Your blog or mine? The New York Times. Recuperado el 3 de diciembre de 2007 de http://www.nytimes.com/2004/12/19/magazine/19PHENOM.html?ex=1261198800&en=0f68277267a43d84&ei=5090&partner=rssuserland

Sullivan, A. (2002, mayo). The blogging revolution. Weblogs are to words what Napster was to music. Wired, 10.05. Recuperado el 3 de diciembre de 2007 de http://www.wired.com/wired/archive/10.05/mustread.html?pg=2

[4] Justin’s Links (2006b). Web life. Recuperado de http://www.links.net/vita/web/, el 21 de septiembre de 2006.

[5] Islas, O. y F. Gutiérrez (2003). Internet, utopía o panóptico de la Sociedad de la Información. Anuario de investigación de la comunicación CONEICC, X, pp. 165-192.

[6] Flores Márquez, D. (2009). La historia de la gente sin historia. Ciudadanos, redes sociales mediadas y situaciones de crisis. Razón y Palabra, 69. Recuperado el 1 de agosto de 2009 de: http://www.razonypalabra.org.mx/Dorismilda.pdf

[7] Generación Y. Disponible en: http://www.desdecuba.com/generaciony/

[8] Blog Action Day. Disponible en: http://www.blogactionday.org/

[9] Technorati (2009, octubre 19). State of the blogosphere 2009. Recuperado el 27 de octubre de 2009 de http://technorati.com/blogging/feature/state-of-the-blogosphere-2009/