El poder de los bits: Mark Zuckerberg, Julian Assange y Steve Jobs, personas del año 2010

De mi columna en Razón y Palabra.

 

Todo parecía indicar que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, sería la “persona del año” (u hombre del año, como dicen muchos), según la revista Time: la votación de los lectores lo dejó en primer lugar[1], su visibilidad mediática en las semanas más recientes había sido muy grande, incluso Time lo comparó con Daniel Ellsberg, quien filtró documentos del Pentágono en tiempos de la guerra de Vietnam. La gran sorpresa llegó cuando la revista optó por una salida políticamente correcta: “por conectar a más de medio billón de personas y mapear las relaciones sociales entre ellas, por crear un nuevo sistema de intercambio de información y por cambiar cómo vivimos nuestras vidas, Mark Elliot Zuckerberg es la persona del año Time 2010”[2]. La publicación señaló que “Zuckerberg es parte de la última generación de seres humanos que recordarán la vida antes de Internet”[3] —recordemos que nació en 1984— y, como creador de Facebook, se le atribuye una revolución en las prácticas de comunicación digital. Pero Time no dejó de mencionar a Julian Assange, como finalista: “en 2010, Wikileaks llegó a ser una fuerza revolucionaria”[4], por haber convertido los secretos en un asunto del dominio público. Incluso hace una comparación entre ellos, a partir de la afirmación de que ninguno de los dos venera la autoridad tradicional: “Zuckerberg y Assange son dos lados de la misma moneda. Ambos expresan un deseo por la apertura y la transparencia”[5].

Le Monde sí se atrevió y nombró “persona del año” a Julian Assange, quien consideran es poseedor de una personalidad controversial, que tiene muchos detractores. Sobre todo, la mención de los editores fue por contribuir al debate sobre la transparencia de una manera radical, según señaló Sylvie Kauffman, la jefa de redacción[6]. En esta elección coincidieron tanto los lectores como los editores del periódico. Como dato adicional, recordemos que Le Monde, junto con The New York Times, The Guardian, El País y Der Spiegel, publicó las filtraciones de WikiLeaks a partir de finales de noviembre de 2010.

Financial Times también hizo su elección de “persona del año”, pero sorpresivamente optó por Steve Jobs, por sus contribuciones al mundo de los negocios, a partir del lanzamiento del iPad en 2010, que compitió en impacto con el iPod y el iPhone, presentados en 2001 y 2007 respectivamente. A esto se suma la lucha contra el cáncer, que enfrentó el CEO de Apple[7].

Ser “persona del año” implica ser alguien con el suficiente poder para haber influido en el mundo durante el año. Esta tradición fue iniciada por la revista Time hace varias décadas y ha sido copiada por otros medios, como los anteriormente mencionados. Llama la atención —al menos a mí— que las “personas del año” elegidas por Time, Le Monde y Financial Times —medios estadounidense, francés y británico, respectivamente— no sean esta vez líderes políticos, sino agentes vinculados al desarrollo, uso y apropiación de las TIC: Mark Zuckerberg como creador de Facebook, que ha significado importantes transformaciones en las prácticas de comunicación digital, pero que ha tenido también un fuerte impacto en términos de negocios; Julian Assange, como fundador de WikiLeaks, que ha puesto en jaque, principal, aunque no exclusivamente, a la diplomacia estadounidense, al revelar información secreta, bajo la consigna de la transparencia radical —“information wants to be free”— y Steve Jobs, como CEO de Apple, cuyas innovaciones en hardware y software han sido punta de lanza para la industria de las TIC. Bien señaló Manuel Castells en su libro más reciente, que “el poder en la sociedad red es el poder de la comunicación”[8].

Los tres, Zuckerberg, Assange y Jobs tienen su lado B. El primero ha enfrentado cuestionamientos por el manejo de la privacidad en Facebook; el segundo es cuestionado por la condición de paralegalidad en la actividad cotidiana de WikiLeaks; el tercero también, por los usos y costumbres tan cerrados de Apple, a diferencia de los esfuerzos por la apertura y el software libre. Obviamente, las innovaciones/transformaciones/contribuciones por las cuales se les nombró “personas del año” no es algo que hayan hecho solos: Facebook, WikiLeaks y Apple son mucho más que Zuckerberg, Assange y Jobs, aunque, ciertamente, son ellos las figuras más visibles y ostentan el poder en esas organizaciones.

El más joven es Zuckerberg, con 26 años, frente a 39 de Assange y 55 de Jobs. En cuanto a educación, Zuckerberg estudió en Harvard, Assange en la Universidad de Melbourne y Jobs en Stanford; ninguno destaca por haber concluido sus estudios universitarios, pero los tres destacan por esfuerzos autodidactas y por cierta genialidad.

Las trayectorias biográficas de los tres son francamente interesantes. La historia de Facebook —y con ella, parte de la vida de Zuckerberg— ya sirvió de inspiración para el libro de Ben Mezrich, The accidental billionaires: The founding of Facebook, a tale of sex, Money, genius, and betrayal; el cual fue adaptado para la película The social network[9]. A Julian Assange le ofrecieron más de un millón de libras a cambio de su autobiografía, lo cual aceptó, según dijo, para cubrir sus gastos legales y sostener a WikiLeaks[10]; muy probablemente se convertirá también en una película. Sobre Steve Jobs se han publicado un par de biografías no autorizadas —iCon: Steve Jobs, the greatest second act in the history of bussiness de Jeffrey S. Young y William L. Simon, así como The second coming of Steve Jobs de Alan Deutschman— y se ha anunciado una autorizada, trabajada por Walter Isaacson[11]. Además, existe la película Pirates of Sillicon Valley, dirigida por Martyn Burke hace más de 10 años, en la cual se aborda la historia de Apple y Microsoft[12].

De cualquier modo, Zuckerberg, Assange y Jobs se han situado en posiciones de poder, a partir de sus motivaciones, habilidades y recursos; de distintos modos, han transformado el mundo y el modo en que comprendemos lo social, la red, el poder. En este sentido, si las “personas del año” se ubican en la tecnología y no en la política formal, he ahí una señal de que la geografía política del mundo se está reconfigurando.


[1] El Mundo (2010, diciembre 13). Julian Assange, personaje del año para los lectores de Time. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/13/comunicacion/1292272367.html

[2] Time (2010, diciembre 15). Person of the year 2010. Mark Zuckerberg. Disponible en: http://www.time.com/time/specials/packages/0,28757,2036683,00.html

[3] Grossman, L. (2010, diciembre 15). Person of the year 2010. Mark Zuckerberg. Time. Disponible en: http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,2036683_2037183_2037185-1,00.html

[4] Gellman, B. (2010, diciembre 15). Runners-up. Julian Assange. Time. Disponible en: http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,2036683_2037118_2037146-1,00.html

[5] Stengel, R. (2010, diciembre 15). Only connect. Time. Disponible en: http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,2036683_2037181,00.html/r:t

[6] Le Monde (2010, diciembre 24). Julian Assange, homme de l’année pour “Le Monde”. Disponible en: http://www.lemonde.fr/documents-wikileaks/article/2010/12/24/julian-assange-homme-de-l-annee-pour-le-monde_1456426_1446239.html

[7] Waters, R. & Menn, J. (2010, diciembre 22). Silicon Valley visionary who put Apple on top. Financial Times. Disponible en: http://www.ft.com/cms/s/0/f01db172-0e06-11e0-86e9-00144feabdc0.html#axzz19YYmmhYL

[8] Castells, M. (2009). Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial.

[9] The Internet Movie Database (2010). The social network. Disponible en: http://www.imdb.com/title/tt1285016/

[10] Oppenheimer, W. (2010, diciembre 27). Assange vende sus memorias para poder financiar su defensa. El País. Disponible en: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Assange/vende/memorias/poder/financiar/defensa/elpepiint/20101227elpepiint_5/Tes

[11] Stone, B. (2010, febrero 25). Jobs is said to assist with book of his life. The New York Times. Disponible en: http://www.nytimes.com/2010/02/16/technology/companies/16apple.html

[12] The Internet Movie Database (2010). Pirates of Sillicon Valley. Disponible en: http://www.imdb.com/title/tt0168122/

 

WikiLeaks: la lógica reticular frente al poder

De mi columna en Razón y Palabra.

 

¿Cómo registrarán los historiadores, en el futuro, el caso WikiLeaks? Mis nietos, si alguna vez los tengo, ¿cómo verán el escándalo producido en 2010, tras la publicación de más de 250,000 documentos diplomáticos de Estados Unidos —gran parte de ellos confidenciales e incluso secretos—, el 28 de noviembre de 2010?

El día que estalló la bomba de WikiLeaks, se habló de dos grandes transformaciones que marcarían nuestra historia: una en el modo de llevar las relaciones diplomáticas; otra en el ejercicio del periodismo. En varios años, WikiLeaks ha revelado información por demás comprometedora, como el video del asesinato de civiles y periodistas en Irak, a manos de soldados estadounidenses[1]. La gotita que derramó el vaso fue el llamado cablegate, se intensificó el cerco tanto contra el sitio web como contra su fundador, el australiano Julian Assange, quien es buscado por la Interpol por supuestos cargos de violación y acoso sexual[2]. El 2 de diciembre el sitio web desapareció de la red, se presume que esto ocurrió tras las presiones ejercidas por el gobierno de Estados Unidos, el principal afectado. Alguien, incluso, señaló en Twitter: “WikiLeaks ha muerto”. Sin embargo, unas horas después, la ausencia de wikileaks.org multiplicaba su presencia en wikileaks.ch, wikileaks.nl, mirrorleaks.org, entre otros.

El caso WikiLeaks vuelve a poner en evidencia que la lógica de Internet no es lineal y simple, sino reticular y dinámica. Recientemente, el caso LimeWire cobró visibilidad, tras ser condenado por violación de derechos de autor; una orden judicial emitida en Estados Unidos llevó al cierre de este servicio P2P[3]. Sin embargo, horas después, un grupo de usuarios crearon una nueva versión llamada LimeWire Pirate Edition, con mejoras significativas[4].

Guardando toda proporción, el caso “Rata y Cursi”, en México, mostró algo parecido: en 2009, un usuario de YouTube subió a la red una parodia de la canción “Quiero que me quieras”, de la película Rudo y cursi[5], que hace acusaciones directas sobre malos manejos hechos por el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. El Instituto Federal Electoral pidió a YouTube que retirara el video de la cuenta donde se publicó originalmente[6], pero en pocas horas, éste había sido replicado en otras muchas cuentas e incluso en otros espacios, fuera de YouTube[7].

Aunque los niveles de relevancia, e incluso de afectación, son distintos, lo que WikiLeaks, LimeWire y Rata y Cursi tienen en común son al menos dos asuntos: la publicación de información que instituciones poderosas —unas más poderosas que otras, obviamente— no desean que sea público y cuya difusión es considerada un delito; y la lógica reticular de Internet, que permite no sólo el trabajo colaborativo, sino también la resistencia mediante la replicación de los espacios censurados.

Entre muchos asuntos, el cablegate permite ver que la lógica de red rebasa las lógicas del poder político, acostumbrado a cerrar no sólo lo ilegal, también lo políticamente incorrecto. Asistimos ahora, en tiempo real, a un episodio de lo que ocurre con una potencia mundial, cuando algo se sale de control.

El activismo radical de Julian Assange —a quien se le ha calificado de profeta de la era de la transparencia involuntaria[8]— y sus colaboradores ha quedado registrado en la memoria. El tiempo nos dirá cuáles y de qué tamaño son las implicaciones de esta filtración de datos.

 

PostData. La pregunta que plantea Alberto Chimal en Las Historias no tiene desperdicio: “No somos Assange: no llamamos la atención, no hacemos circular información importante, no somos un peligro para nadie. Pero ¿y si no fuera así? ¿Qué pasaría si, a causa de un error, un capricho de alguien con poder o cualquier otra razón, una persona común se viera privada definitivamente de su parte virtual?”[9]


[1] Khatchadourian, R. (2010, junio 7). No secrets. Julian Assange’s mission for total transparency. The New Yorker. Recuperado el 30 de noviembre de 2010, de: http://www.newyorker.com/reporting/2010/06/07/100607fa_fact_khatchadourian?currentPage=all

[2] El Universal (2010, noviembre 30). Interpol va contra fundador de Wikileaks. Recuperado el 1 de diciembre de 2010, de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/727071.html

[3] El País (2010, octubre 27). LimeWire cierra por orden judicial. Recuperado el 2 de noviembre de 2010, de: http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/LimeWire/cierra/orden/judicial/elpeputec/20101027elpeputec_2/Tes

[4] Notario, E. (2010, noviembre 9). LimeWire vuelve a la vida como LimeWire Pirate Edition. ALT1040. Recuperado el 9 de noviembre de 2010, de: http://alt1040.com/2010/11/limewire-vuelve-a-la-vida-como-limewire-pirate-edition

[6] El Universal (2009, mayo 14). YouTube, sin fecha para bajar el video de Fidel Herrera. Recuperado el 26 de mayo de 2009, de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/597957.html

[7] Trejo Delarbre, R. (2009, mayo 15). Rudos y cursis: el IFE y YouTube. Sociedad y poder. Recuperado el 26 de mayo de 2009, de: http://sociedad.wordpress.com/2009/05/15/rudos-y-cursis-el-ife-y-youtube/

[8] Greenberg, A. (2010, noviembre 29). An interview with WikiLeaks’ Julian Assange. Forbes. Recuperado el 30 de noviembre de 2010, de http://blogs.forbes.com/andygreenberg/2010/11/29/an-interview-with-wikileaks-julian-assange/

[9] Chimal, A. (2010, diciembre 3). A salto de mata. Las Historias. Recuperado el 4 de diciembre de 2010, de: http://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/a-salto-de-mata/