Imaginar un mundo mejor: La expresión pública de los activistas en internet

Libro Imaginar un mundo mejor

Por fin salió mi libro Imaginar un mundo mejor: La expresión pública de los activistas en internet. Se trata de mi tesis de Doctorado en Estudios Científico-Sociales, que ha sido publicada por el ITESO, como parte de la Colección Vestigium.

Es muy satisfactorio ver que el trabajo de más de cuatro años salga a la luz, es algo que le debía a las y los activistas que confiaron en mí. Uno de los elementos clave que estos activistas ponen en la mesa es el asunto de la gratuidad. Pues, bien, la publicación de este texto -como otros tantos del ITESO- es una apuesta por el conocimiento abierto, está en línea Y SIN COSTO.

Aquí pueden bajarlo de Amazon: https://www.amazon.com.mx/Imaginar-mundo-mejor-expresi%C3%B3n-activistas-ebook/dp/B07TLDTFCL/ref=sr_1_1?__mk_es_MX=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=vestigium&qid=1568774953&s=gateway&sr=8-1

Y acá de Google Play: https://play.google.com/store/books/details/Dorismilda_Flores_M%C3%A1rquez_Imaginar_un_mundo_mejor?id=v0ifDwAAQBAJ

 

 

 

Panel «Poder, estrategias de comunicación y espacio público»

El pasado 25 de febrero, tuve la oportunidad de participar en el Seminario de Investigación y Comunicación, coordinado por la doctora Rebeca Padilla. Este seminario se realiza en el marco del 30 aniversario de las carreras de Comunicación, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. En esta ocasión, el tema fue «Poder, estrategias de comunicación y espacio público» y participamos el doctor Juan Bobadilla, el doctor Salvador de León y quien esto escribe, Dorismilda Flores. Para mí fue un doble honor: de entrada, es una maravilla celebrar el aniversario de nuestras carreras, como egresada de Comunicación Medios Masivos y como profesora en el Departamento de Comunicación; y compartir la mesa con quienes fueron dos de mis profesores más queridos en licenciatura fue una grata experiencia.

El diario en línea. Metodología para el análisis y la reflexión sobre Internet y las prácticas políticas entre universitarios

Hace unos días la Revista Latinoamericana de Metodología de Investigación Social publicó el artículo «El diario en línea. Metodología para el análisis y la reflexión sobre Internet y las prácticas políticas entre universitarios», cuyas autoras somos Rebeca Padilla, Dolores Villalpando y quien esto escribe. Esperamos que este artículo sea de utilidad para otras investigaciones.

 

 

Miss Bala y los sentimientos encontrados

Ver Miss Bala me ha provocado sentimientos encontrados. Por un lado, celebro la iniciativa, me agrada que presente esta otra perspectiva de la violencia en México. Creo que su gran acierto es justamente colocar el tema de la naturalización de la violencia y el enorme entramado de vínculos entre áreas que hace años pensábamos ajenas y desconectadas entre sí. Contar la historia a partir de la chica que ni sabe bien a bien qué pasa, me parece que también es un gran acierto y una gran metáfora del estado de confusión de la sociedad frente a las amenazas, que ni sabe claramente de dónde vienen.

Sin embargo, creo que falla en el manejo del tiempo; en el afán por mostrar la fugacidad, pareciera todo ocurrió en tres días y eso le resta profundidad. Creo que también falla en congruencia: hay cosas que no muestra y se entienden perfecto, como la violación de Laura; hay cosas que muestra de más y al final muestra mal, como la escena sexual entre Laura y el narco feíto en la camioneta en una posición anatómicamente imposible o el asesinato del agente de la DEA que termina colgado de un puente.

Por lo demás, para quienes vivimos en Aguascalientes, la sorpresa es considerable al descubrir una Tijuana muy aguascalentense. Gran parte de la película fue rodada en estas tierras, dicen que el gobierno no aportó dinero del erario público a esta película, como sí lo hizo con Abel; pero quién sabe. Como sea, muchos lugares se ven: la calle Madero, Las Antorchas, la Plaza Fundadores, López Mateos con algún paso a desnivel en construcción, el Sindicato Ferrocarrilero, alguna casa perdida en la salida a San Luis… con vista al Cerro del Muerto, la tiendita de cervezas que ocupa el espacio donde alguna vez estuvo Danessa 33, el centro comercial El Dorado, la central camionera, el lugar de las combis. Ahí está todo y, a la vez, podría tratarse de cualquier ciudad.

Tecnofilias y tecnofobias, a la salud de Naief Yehya

De mi columna Coordenadas Móviles, en Razón y Palabra.

 

Zygmunt Bauman plantea en En busca de la política[1] la metáfora del perchero, a partir del caso del pedófilo británico Sydney Cooke, al que además de sus delitos, se le atribuyó prácticamente la culpa de todos los males. Guardando toda proporción, considero que la tecnología es también un perchero donde se cuelgan todo tipo de percepciones e imaginarios, se le atribuye a veces, como a Cooke, la culpa de todos los males; pero también la posibilidad de transformar el mundo.

En días pasados, Naief Yehya estuvo en Aguascalientes, para impartir una conferencia e impartir un taller. Este último se tituló “Tecnocultura: estímulos, promesas y desilusiones en la era digital”. El autor, que es ingeniero de profesión, pero narrador y crítico cultural por adopción, hablaba de cyborgs, de nuestra relación con lo tecnológico, de Blade Runner y Terminator, de la pornografía y la mediatización de la sexualidad, de la tecnocultura y los nuevos lenguajes, de los usos de la tecnología y más. Pero un taller es construido también por los participantes y éstos, con demasiada frecuencia, se iban —o quizá deba decir “nos íbamos”— a niveles mucho más simples de la discusión, que por momentos se radicalizó entre tecnofóbicos y tecnofílicos.

Entre las ideas que circularon, escuché que todo el conocimiento posible existe ya y está plasmado en los libros antiguos, así que el error de las nuevas generaciones es no leer y quedarse sólo con las computadoras, que robotizan y alienan a las personas; y que los jóvenes no son creativos, porque viven en Internet y ahí todo “se les da digerido”. Lo primero lo señaló una profesora de más de 60 años, pero lo segundo lo planteó un promotor cultural de alrededor de 20. Otros participantes hablaron también con preocupación sobre el impacto de la tecnología en las personas, sobre todo en los jóvenes y los niños. Y hubo quien tomó la contraparte y defendió que el acceso a Internet democratizará diversas dimensiones de la vida social y permitirá a los oprimidos acceder a todo el conocimiento.

Nadie puede ser totalmente objetivo en una discusión y obviar sus posiciones frente a aquello que se discute. En este caso, las posturas acerca de la tecnología eran radicalmente opuestas, a partir de los entornos profesionales y personales de los participantes, así como de sus intereses y experiencias con las TIC, que oscilaban entre el desconocimiento y la fascinación, entre las tecnofobias y las tecnofilias. Es evidente que en ciertos sentidos sigue viva la separación entre apocalípticos e integrados que planteó Umberto Eco[2] hace décadas, para hablar de las posturas de perplejidad y optimismo, frente a las innovaciones de los medios de comunicación; pero que se traslada siempre a cuanto avance tecnológico haya. A las TIC se les atribuye tanto la esperanza del progreso y de la inteligencia colectiva, como la enajenación de los sujetos —lo que Rüdiger[3] señala como visiones prometéicas y fáusticas— y encontrar el equilibrio a veces resulta complicado. He de decir al final sí se logró que todos pusieran en duda las propias percepciones, para abrirse a la discusión.

Entretanto, habrá que regresar a una de las interrogantes que planteó Yehya: ¿cómo explicamos nuestra relación con lo tecnológico? Quizá problematizar esto permita dejar de convertir a la tecnología en el perchero donde se cuelgan las culpas y las maravillas.


[1] Bauman, Zygmunt (2006). En busca de la política. México: Fondo de Cultura Económica.

[2] Eco, U. (1975). Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas. Barcelona: Lumen.

[3] Rüdiger, F. (2004). Introdução às teorias da cibercultura. Porto Alegre: Editora Sulina.

 

#internetnecesario en Aguascalientes

Hoy estuve en la conferencia de prensa del Movimiento Internet Necesario en Aguascalientes. Se trata de un grupo de estudiantes universitarios que se han reunido para hacer frente a la propuesta del impuesto a las telecomunicaciones.
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Las propuestas concretas son tres:
1. La abrogación del impuesto.
2. La constitución del acceso a Internet como un derecho.
3. Que el Gobierno del Estado de Aguascalientes y sus once Ayuntamientos garanticen el acceso gratuito en plazas públicas.

 

Desde mi muy personal punto de vista hace falta más discusión sobre estos asuntos y en algunos de ellos, quizá más fundamentos; sin embargo, el hecho de que surjan espontáneamente estos movimientos entre los jóvenes, es un síntoma de que aún estamos vivos, de que el interés por lo que se considera justo no se ha disipado entre la apatía y representa la posibilidad de lograr cambios a partir de acciones relativamente pequeñas.