Ya está en línea el número 6 de Virtualis, la revista del Centro de Estudios sobre Internet y Sociedad, del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México. La edición aborda la relación entre tecnología, internet y vida social, en términos de retos teóricos y metodológicos para su abordaje. Las coordinadoras de este número fueron María Elena Meneses y Paola Ricaurte. Entre los artículos publicados, hay uno mío: «Desafíos en el estudio de la comunicación en internet«.
Diciembre nos gustó para hacer recuentos: Notas sobre los intereses de los usuarios de internet en 2012
De mi columna Coordenadas Móviles, en Razón y Palabra.
Es un lugar común decir que en nuestros tiempos la información es tanta —un torrente, diría Gitlin— que la tarea de hacer memoria se complica. En internet esto se hace más evidente, sobre todo por la fragmentación de intereses y de espacios para consumir, producir, hacer circular y/o discutir la información. Los recuentos anuales son maneras de cerrar unos ciclos y abrir otros, mediante el ejercicio de mirar hacia atrás para determinar qué fue relevante en un periodo de tiempo. Hay quienes aún hacen recuentos personales en sus blogs o en diferentes sitios de redes sociales. Pero hay también recuentos que permiten ver una fotografía más amplia de lo que fue importante para las mayorías —lo que sea que eso signifique— en internet.
Como cada año, Google publicó su Zeitgeist 2012, con tendencias globales y por países. En el mundo, las tendencias fueron lideradas por “Whitney Houston”, “Gangnam Style” y “Hurricane Sandy”. La división de tendencias en categorías que hace Google —búsquedas, imágenes, atletas, eventos, personas, películas destacadas, programas de TV, protagonistas, artículos electrónicos de consumo, aerolíneas y hashtags de Google+— permite ver que hay conexiones entre ellas: acontecimientos como los Juegos Olímpicos o el salto desde la estratósfera que hizo Felix Baumgartner, desastres naturales como el huracán Sandy, o bien productos como el iPhone y el iPad de Apple, aparecen en más de una de las listas.
En México, el término de búsqueda más utilizado fue “IFE”, seguido de “Facebook español” y “Angry Birds”. En la lista figuran también “PREP”, “ley SOPA”, “becas universitarias”, “Gangnam Style” y “Whitney Houston” —aunque ésta en el lugar número 10, a diferencia del 1 en las tendencias globales—. La fotografía panorámica de las búsquedas de los usuarios mexicanos deja ver cierto interés por la política. Las tendencias de búsqueda fueron encabezadas por “IFE”, pero también aparecen “PREP”, “cómo votar”, “elecciones”, “Enrique Peña Nieto”, “Andrés Manuel López Obrador”, “Josefina Vázquez Mota”, “Gabriel Quadri”, “qué es 132”, “#yosoy132”, “Enrique Peña Nieto IBERO”, “ley SOPA”, “qué es SOPA”; aunque resulta por lo menos curioso que, en la categoría de Personas, “Julia Orayen” haya sido más buscada que los cuatro candidatos. ¿Será que tiene algo que ellos no?
Facebook publicó su Facebook Year in Review 2012, a partir de otras categorías: eventos, canciones, películas, check-ins, figuras públicas, libros, tecnología, política, televisión, deportes y memes. Su recuento es por países y no incluye a México, sólo a Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, Alemania, España, Francia, India, Italia, Corea, Rusia, Singapur y Reino Unido. No resulta sorpresivo que Rajoy y la crisis fuesen tendencias en España, Hollande en Francia, o Pussy Riot en Rusia.
El recuento de Twitter, 2012 Year on Twitter, concentra varias lógicas: tweets dorados, el pulso del planeta, sólo en Twitter, tendencias y nuevas voces. Las tendencias se subdividen en categorías que agrupanhashtags: iniciadores de conversación, política, deportes, televisión, películas, música, comida, tecnología y países. En ellas coexistenhashtags como #nowplaying y #Syria. El tuit más retuiteado —tweet dorado— fue “Four more years”, de Barack Obama. El pulso del planeta se definió en torno a acontecimientos, como los Juegos Olímpicos, las elecciones en Estados Unidos o los MTV Video Music Awards; también aparecen el huracán Sandy y la discusión sobre las iniciativas SOPA y PIPA. Sobra decir que tanto en Facebook como en Twitter es posible ver las tendencias personales durante el año.
Obviamente, las lógicas y categorías son arbitrarias. Además, técnicamente no se hace el recuento del año completo— al menos dos de los recuentos están en línea desde el 12 de diciembre—. Una diferencia clara es que las listas de Google se refieren principalmente a la búsqueda de información, mientras que las de Facebook y Twitter se construyen en torno a la “conversación” o la producción de los usuarios. Sin embargo, permiten ver tres fotografías de los intereses de gran parte de los usuarios de internet.
Hay grandes acontecimientos políticos y deportivos, así como catástrofes naturales, que fueron también el centro de la atención en los grandes medios de comunicación, tales como las elecciones en países como México, Brasil y Estados Unidos, los Juegos Olímpicos en Londres y el huracán Sandy. Por la cobertura mediática, estos sucesos habrían cobrado relevancia independientemente de la existencia de internet. Esto permite cuestionar la aparente horizontalidad en la red: si bien es cierto que casi cualquiera puede publicar, no todo lo que se publique es igual de visible. De algún modo, los grandes temas que aglutinan el interés y la discusión siguen estando conectados con la agenda mediática. Sin embargo, hubo otros acontecimientos que implicaron la presencia de la red, como el caso del salto desde la estratósfera que hizo Baumgartner —incluso cuando detrás estuvo una marca y una importante estrategia—; las discusiones y protestas frente a las iniciativas de ley SOPA y PIPA, en las que internet fue tanto el canal como el protagonista; así como los grupos y prácticas activistas, como #YoSoy132 en México. Tales acontecimientos se incorporan a las fotografías panorámicas de los intereses globales. De cualquier modo, las fotografías panorámicas dejan ver justo eso, panoramas, no detalles.
#Debate2012: El debate sobre el debate
De mi columna Coordenadas móviles, en Razón y Palabra.
Este domingo 6 de mayo de 2012, hemos sido testigos del primer debate entre los candidatos a la presidencia de México, bajo la organización del Instituto Federal Electoral. Recordemos que hubo una gran discusión en torno a la transmisión del debate, debido a que la Femexfut programó el partido Monarcas – Tigres a la misma hora y que Ricardo Salinas Pliego optó por transmitir el partido en vez del debate en TV Azteca, que esto derivó en un ataque de Anonymous a portales del Grupo Salinas. Recordemos también que Televisa optó por emitir el debate en canal 5 y no en el canal con mayor cobertura y audiencia y que esta postura de las dos mayores televisoras detonó una propuesta del PRD —que finalmente no fue aceptada— para que el debate se presentara en cadena nacional y un cuestionamiento en torno a la pertinencia de esto. Tras todo el caos, la transmisión se dio en los canales comerciales 5 y 40, así como en los canales públicos y en el canal del IFE en YouTube; se registró también la transmisión en algunas plazas públicas, como el Zócalo de la Ciudad de México.
Algunas de las críticas previas al debate presidencial se centraron en las deficiencias del formato para la discusión de las ideas. Sin embargo, con todo y esas limitaciones, los debates organizados por el IFE son de las pocas oportunidades que los ciudadanos tenemos para ver a los candidatos juntos y la idea es que puedan exponer una síntesis de sus propuestas, articulada en ejes y preguntas muy puntuales.
En el debate vimos, en gran parte, la repetición de los spots de campaña de Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, así como una serie de señalamientos hacia los errores de los otros. Las pocas propuestas que los candidatos hicieron, no fueron acompañadas de estrategias, en parte por las problemáticas de formato antes señaladas, por el tiempo tan corto del que disponían para hablar y porque ese escasísimo tiempo fue más utilizado en los ataques. Si entendemos el debate como sacar trapos al sol, lo hubo. Los candidatos resucitaron muertos como Bejarano, Paulette, las faltas de Josefina en el Congreso. Si entendemos el debate como discusión de las ideas, no hubo tal, en parte porque los candidatos se concentraron más en atacar a los adversarios que en mostrar sus propuestas, en parte porque, como ha sido señalado antes, el formato del debate no se presta para ello.
Sin embargo, en Twitter y Facebook, los ciudadanos hicieron/hicimos un debate paralelo en tiempo real sobre el debate presidencial. En Twitter, el hashtag #Debate2012 aglutinó la discusión y en distintos momentos otros hashtags fueron trending topics, sobre todo en referencia a los errores cometidos por los candidatos. En ambas redes circularon las narraciones de lo que se veía en pantalla, críticas serias, sarcasmo puro, repeticiones de las propuestas; en los casos de quienes estaban en plazas públicas, hubo también fotografías de la gente que se había reunido; en los casos de los militantes y simpatizantes de los partidos, hubo también muestras de apoyo y consignas sobre los presuntos triunfos de los cuatro candidatos (irónico que ganen los cuatro a la vez, ¿no?). Si algo fue evidente es lo que distintos académicos han señalado ya respecto a las tendencias de los usuarios de Internet a relacionarse con sujetos afines a ellos, no sólo en asuntos de política, sino en general. Esto implica que, cuando se dialoga con otros en la red, casi siempre se hace con quienes están de acuerdo. Lo anterior fue evidente en el debate paralelo, donde las diferentes posturas se encontraron, ciertos sectores tuvieron un acercamiento al diálogo, pero otros se concentraron en publicar y re-publicar lo que resultaba favorable para el candidato de su preferencia… es decir, nada nuevo.
Algunos de los señalamientos que se hicieron en las redes fueron hacia lo acartonado de los discursos perfectamente ensayados de algunos candidatos, así como hacia la necesidad de incorporar mecanismos que permitieran la participación de los ciudadanos en el debate, algo que ya ha ensayado CNN México en su ejercicio Foro CNN, donde si bien la crítica ha sido que las preguntas son muy básicas, se ha incorporado la participación de los ciudadanos tanto en el foro televisivo como a través de Internet, lo cual permite una discusión enriquecedora.
En suma, el debate que se registró en Internet, acerca del debate presidencial, fue un importante ejercicio ciudadano de discusión de los asuntos públicos que, sin duda, deberá explotarse más en otros momentos. Aunque el discurso optimista sobre Internet, en el que se enfatiza su potencial democratizador, debería considerar que el acceso a la red es muy limitado en nuestro país y que el interés por la política —con o sin Internet de por medio— es muy débil también, es en estos espacios donde se puede apelar a una mayor participación ciudadana mediante la discusión.
#Oscar2012 y la convergencia
De mi columna Coordenadas Móviles, en Razón y Palabra.
“—Demián, ¿qué se siente perder el Oscar? —¡¡Natalie Portman dijo mi nombre, putoooos!!” (Oscar Equis, 2012). Esto no es sólo un chiste, es una entre mil evidencias de cómo convergen los medios en nuestros tiempos: Discutimos en Twitter, los que vimos en la transmisión televisada de la entrega de los premios Oscar a lo mejor del cine (lo que sea que “mejor” signifique).
Lo primero que esto implica es cierto interés por el cine. Para insertarse en la discusión es importante contar con cierto bagaje cinematográfico, identificar películas y ternas, reconocer actores y directores, incluso recordar detalles de anteriores entregas del Oscar o de otros premios, como el Goya, los Globos de Oro y más.
Lo segundo es encontrarse en la transmisión televisiva de la entrega del Oscar. En este sentido, se sitúa la simultaneidad como característica de la experiencia: Millones de personas, en todo el mundo, estaban viendo lo mismo, a través de distintos canales y soportes. Se trata, además, de una ceremonia en torno al cine, pero producida para la televisión.
Lo tercero es insertarse en la discusión en Twitter, como un paso más, que permite trascender el interés por el cine y la simultaneidad de la televisión, por medio de la publicación de comentarios y el uso de etiquetas como #Oscar2012 para situarse como enunciador en el torrente de comentarios. Ciertamente, no puede decirse que se trate de una discusión como tal; sin embargo, el uso de estas herramientas implica posibilidades de conexión en torno a intereses comunes, que no existían antes de los medios digitales, al menos no con estos niveles de alcance, visibilidad e instantaneidad.
Tal torrente agrupó comentarios sobre las películas y personas nominadas, las posibilidades, las apuestas y pronósticos, las tendencias en maquillaje y vestidos, el papel de los presentadores, cuan inspirador era ver los videos de los actores que hablaban sobre sus primeros acercamientos con el cine, cuan bonito fue el espectáculo del Cirque du Soleil, cuan guapo se veía George Clooney, cuan sorprendente resultó la pierna de Angelina Jolie, cuan notorias eran las tendencias en los premios (los técnicos paraLa invención de Hugo Cabret, los demás para El artista, las manos vacías para El árbol de la vida y Harry Potter, en fin), hubo también quienes se limitaron a describir lo que veían y quienes pusieron en juego el ingenio para hacer chistes sobre lo acontecido en minutos, como el que da comienzo a este texto. Además, los tuits de los usuarios comunes compartían espacio con los de medios que daban cobertura en vivo, en línea, a la entrega. Esto permite observar que las vetas en los comentarios son diversas y se sitúan en distintos niveles, pero la integración en torno a un tema común es un asunto muy interesante para analizar.
Sobre todo, estos acontecimientos mediáticos permiten observar la integración de distintos medios en el ecosistema. Hubo un tiempo en que se afirmaba que la televisión desplazaría al cine y, después, que Internet desplazaría a la televisión. ¿Cómo podemos explicar lo que he señalado al principio: discutimos en Twitter, que vemos en televisión, la entrega de un premio cinematográfico?
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Oscar Equis. (26 de febrero de 2012). —Demian, ¿qué se siente perder el Oscar? —¡¡Natalie Portman dijo mi nombre, putoooos!! [Twitter post]. Recuperado el 26 de febrer0 de 2012, de https://twitter.com/#!/donMenocchio/status/173986160132104192
El torrente de los trending topics
De mi columna en Razón y Palabra.
El torrente de tweets no tiene fin, a veces se intensifica y a veces parece disminuir, pero nunca termina. He de señalar otra obviedad: en el gran torrente de tweets concurren los trending topics. Estos, además de permitirnos ver en torno a qué temas se produce la conversación en Twitter, en tiempo real, dan pistas sobre la densidad de tal conversación.
Algunos casos recientes son los de Aristegui y Presunto Culpable. En el primero de ellos, a principios de febrero de 2011, en Twitter se dio el rumor de que Carmen Aristegui había sido despedida de MVS, tras haber partido de un señalamiento hecho por legisladores del PT, para cuestionar si el presidente Felipe Calderón es alcohólico. Antes de que se hubiese confirmado el despido, el hashtag #Aristegui ya era trending topic e innumerables tuiteros discutían —unos con más bases que otros— sobre la libertad de expresión, el periodismo, el presidente, los medios y más. La conversación continuó por varios días, hasta que la periodista fue recontratada e incluso después.
Posteriormente, el caso de Presunto Culpable saltó también a la discusión, luego de que una juez ordenó suspender la exhibición del documental, como respuesta a la demanda de amparo que entabló una de las personas que aparecen en la cinta, bajo el argumento de que mostrarlo así daña su imagen. El hashtag #PresuntoCulpable ha concentrado la conversación al respecto, en torno al sistema de impartición de justicia en México, los derechos humanos, la libertad de expresión, las vías alternas para ver el documental y más.
En los dos casos, como en tantos otros, ha sido evidente que, junto a los usuarios informados, se sitúan otros que se suben al tren de las causas sin abonar realmente a una conversación. Entre los usuarios informados, con frecuencia hay divergencias, pero es posible discutir, con seriedad, con ironía o de la forma que cada uno prefiera. Sin embargo, las cosas se complican entre los usuarios que se suben al tren de las causas: algunos, los más evidentes, emiten cuasi-comunicados en torno a cuanta injusticia ocurra en el mundo, a veces sin información suficiente; otros parecen tener mayores argumentos, pero una vez que acaba la visibilidad mediática sobre el tema, se olvidan de él… como varios de nuestros honorables políticos lo han de saber.
El resultado, a mi parecer, es un engrosamiento rápido del torrente, que no necesariamente implica la contribución a una discusión más densa. Todd Gitlin, en su libro Media unlimited: How the torrent of images and sounds overwhelms our lives, presenta la metáfora del torrente para hablar de la saturación de contenidos mediáticos, en la que vivimos, por medio de distintos soportes, en los que circulan grandes flujos de información. Quizá tal metáfora permita entender también lo que ocurre cuando un tema llega a ser trending topic y la saturación se vuelve un hecho. Las causas requieren ser trending topic para lograr cierto nivel de visibilidad y llamar a la conciencia y la acción; sin embargo, de poco sirve llegar al nivel del torrente, si la discusión se diluye en la confusión. La red permite hacer visible lo mejor y lo peor de nosotros.
El tiempo de los políticos en Twitter: el caso mexicano
De mi columna (que se llama igual que este blog) en Razón y Palabra.
Hubo un tiempo sin políticos en Twitter, muchos de ellos no sabían qué era, quizás otros tantos no lo sepan aún. Vino Barack Obama y muchos se maravillaron ante su exitosa campaña en sitios de redes sociales, sobre todo en Facebook y YouTube; vino después el boom de Twitter, el microblogging se popularizó y los grandes medios de comunicación voltearon a verlo, en medio de crisis como las de Irán y Honduras. Entretanto, algunos políticos — impulsados tal vez los menos, por interés genuino; tal vez los más, por recomendación de sus equipos de comunicación y relaciones públicas — fueron llegando a Twitter.
Varios políticos mexicanos tienen presencia actualmente en Twitter. Algunos, como el panista Javier Corral[1], el diputado federal por el PRI, Salvador Caro[2] son muy activos en Twitter y suelen estar en diálogo permanente con sus seguidores. Hay quienes cuentan asuntos cotidianos de sus labores políticas o incluso de su vida diaria, como los senadores Javier Castellón[3], del PRD; Dante Delgado[4], del PT respectivamente; Gerardo Fernández Noroña[5], diputado federal por el PRD; el delegado panista Demetrio Sodi[6] y los gobernadores Rodrigo Medina, Nuevo León[7] y José Calzada[8], de Querétaro.
Otros también participan, aunque no de modo tan continuo e incluso llegan a desaparecer varios días, como el senador perredista Carlos Navarrete[9], el también diputado federal Porfirio Muñoz Ledo[10] y el presidente del PRD, Jesús Ortega[11].
Algunos más, como Andrés Manuel López Obrador[12] y el embajador mexicano Arturo Sarukhan[13], tienen participación constante, pero caracterizada por el monólogo; es decir, no está entre sus costumbres interactuar con los twitteros. A ellos se suman el presidente Felipe Calderón[14] y el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard[15], a quienes con frecuencia se les ven boletines de 140 caracteres, subidos en horas de oficina; el primero, incluso, suele tener actualizaciones tan profundas como “He publicado 11 fotos en Facebook en el álbum ‘Eventos 4’”. Ninguno de los cuatro entra en la discusión.
Un caso curioso es el del ex-senador priísta y actual pre-candidato a gobernador en Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre[16], cuya participación en Twitter se ha transformado: en una primera etapa se caracterizó por la presencia de “boletines”, luego vino un tiempo de mayor interacción con sus seguidores (cuando aún era senador) y ahora combina el uso de la plataforma para labores de propaganda (seguramente por parte de su equipo de campaña) con cierta dosis de interacción personal.
Mención aparte merecen los desaparecidos. El panista Julián Velázquez[17] tuvo una participación activa cuando fue diputado federal, contaba de su actividad legislativa y discutía con los ciudadanos; sin embargo, abandonó Twitter cuando decidió buscar una candidatura; de hecho, en su último tweet informa “He decidido solicitar licencia a mi cargo de Diputado Federal para buscar la candidatura al gobierno del Estado de Tlaxcala”.
Un desaparecido más es el tapatío Aristóteles Sandoval[18], actual presidente municipal de Guadalajara, cuyo último tweet de una fugaz cuenta, corresponde al 5 de julio de 2009 e invita a acudir a votar en aquellas tierras; es evidente que se trató de un elemento más en una estrategia de campaña y no una vía para estar en contacto con los ciudadanos.
Un caso escandaloso fue el del senador Manlio Fabio Beltrones[19], a quien le duró muy poco el gusto (esto ya no es novedad), ya que el 4 de noviembre del presente año hizo su entrada triunfal a Twitter y dedicó varias horas a interactuar con los ciudadanos y pedir propuestas; pero un día después decidió retirarse, bajo el argumento de que los mensajes le resultaron “tan numerosos e importantes que me han desbordado en este momento”. Ahora en su lugar aparece un feo “Sorry, that page doesn’t exist”. Tras su graciosa huída, apareció la cuenta SanBeltrones[20], que satiriza la participación del senador como SenBeltrones y lo presenta como “el Santo de todos los corruptos” y “el Santo del autoritarismo”, entre otros calificativos.
Lo que varios de los políticos antes mencionados no terminan de comprender es que tener presencia en Twitter — como en otras redes —, no se reduce a tener una cuenta activa, muchas veces operada por profesionales de comunicación y medios; sino que es necesario comprender las lógicas de los usuarios en estas redes. Comunicarse constantemente con los otros, compartir recursos, integrarse en causas, pero sobre todo, interactuar a través de menciones, mensajes directos y etiquetas, son prácticas básicas entre los twitteros. Emplear la red para difundir fragmentos de boletines y reproducir las prácticas de mítines políticos de hablar y hablar y hablar, sin escuchar, significa que no se ha reconocido y apropiado el territorio, que no se ha dado importancia a los interlocutores y que no se ha comprendido para qué sirven las redes sociales en línea.
En la vista rápida de los casos que expuse anteriormente, se aprecia que las diferencias en el uso de Twitter entre los políticos, pueden no estar directamente relacionadas con la edad o el partido político, sino con la actitud de búsqueda y el interés por llevar prácticas comunicativas por estas vías.
Las computadoras, los celulares y la conexión en redes, no crean nuevos ciudadanos. Twitter, Facebook, YouTube, Flickr, los blogs y lo que se acumule, tampoco. Podemos decir, incluso, que los usuarios de estas plataformas somos minoría; pero, sin duda, estas vías posibilitan prácticas de comunicación entre pares y eso constituye un gran espacio democrático. Habrá un tiempo — espero — en que la comunicación entre ciudadanos y representantes populares y otros funcionarios, no sea novedad y no dé para tratarlo como tal en una columna.
[1] http://twitter.com/Javier_Corral
[2] http://twitter.com/salvadorcaro
[3] http://twitter.com/Senadocastellon
[4] http://twitter.com/DanteDelgado
[5] http://twitter.com/fernandeznorona
[6] http://twitter.com/demetriosodi
[7] http://twitter.com/RodrigoMedina
[8] http://twitter.com/ppcalzada
[9] http://twitter.com/Navarretecarlos
[10] http://twitter.com/munozledo
[11] http://twitter.com/jesusortegam
[12] http://twitter.com/lopezobrador_
[13] http://twitter.com/Arturo_Sarukhan
[14] http://twitter.com/FelipeCalderonH
[15] http://twitter.com/m_ebrard
[16] http://twitter.com/CarlosLozanoAgs
[17] http://twitter.com/julianvelazquez
[18] http://twitter.com/aristotelesgdl
never a year like ’09
Justo acabo de publicar un post sobre las tendencias de búsquedas y menciones de los usuarios de Internet, en Google, YouTube y Twiiter, pero creo que este video de Jib Jab (que vi en ALT1040) dice mucho más tanto de los sucesos que se alcanzan a ver en las listas de tendencias antes mencionadas, como de la cultura contemporánea… muy gringa, quizá, pero que recordamos globalmente.
el 2009 en tendencias
Por algún extraño motivo, a los humanos nos encanta hacer recuentos y detectar tendencias, quizá porque los recuentos organizan nuestra memoria y las tendencias nos dan una foto panorámica de nuestros intereses. Recientemente, Google, YouTube y Twitter han publicados sus respectivas listas de tendencias.
2009 Year-end Google Zeitgeist, las listas de Google (que son varias y están segmentadas) señalan entre lo más buscado a celebridades como Michael Jackson y Lady Gaga; los sitios de redes sociales Facebook, Tuenti y Twitter y, ¿por qué no?, New Moon.
En las listas de YouTube, What you watched and searched for on YouTube in 2009 (videos en general, videos musicales y búsquedas por mes), arrasa el éxito inesperado de Susan Boyle; aunque también se observa el interés masivo por dos que tres escándalos que involucran a Christian Bale, Kanye West y recientemente a Tiger Woods, así como por Michael Jackson alrededor de la fecha de su muerte y por New Moon, por aquéllo del estreno.
Por su parte, la Top Twitter Trends of 2009 presenta sus resultados en varios segmentos: noticias, gente, películas, televisión, deportes, tecnología y hash tags. Las elecciones en Irán, la gripe AH1N1 y los conflictos en Gaza integran lo más mencionado en noticias; a ello se suman personajes ya mencionados, como Michael Jackson, Susan Boyle y Tiger Woods; películas como Harry Potter y sí, nuevamente New Moon; además de otras curiosidades como Google Wave.
¿Alguien se atreve a pronosticar algo para las tendencias de 2010?
de blogging y micro-blogging
Bastantes bytes han corrido para abordar las complejas relaciones entre blogs y Twitter. Hay quienes afirman que el blogging vive una fuerte crisis e incluso que ha sido desplazado por el micro-blogging; pero también hay otros que plantean que los usuarios han repartido sus prácticas en distintas vías, que han destinado Twitter a lo inmediato y el blog a lo más reflexivo. Coincido, en cierto modo, con los segundos; creo que más que un desplazamiento, hay cierta superposición e integración de redes, que da lugar a prácticas comunicativas más complejas y, por lo mismo, mucho más interesantes. Guardando toda proporción, recordemos que en otros tiempos se habló de que la tele iba a sustituir al cine y, más recientemente, que internet acabaría con la televisión; el tiempo ha demostrado que, más que desplazarse unos a otros, distintos medios se han integrado, sobre todo en tiempos de convergencia mediático-tecnológica.
Entre tanto, me llamó la atención que, en esta semana, encontré dos reflexiones sobre este asunto, planteadas por dos conocidos bloggers. Primero, Chilangelina habló de la crisis del blogueo y se preguntó por la denominación de los implicados (¿son blogueros, tuiteros o qué?). Posteriormente, el Ganso lo puso en duda y recuperó argumentos de uno y otro lado (como éste de Defeña Salerosa y éste de Lilián).
Todo apunta a que los bytes seguirán corriendo en torno a este asunto, por parte de que bloggers, analistas y uno que otro agregado cultural. El tiempo, creo, no necesariamente dará la razón, sino que quizá nos sorprenda más… ya lo discutiremos después, sea en blogs, vía Twitter o Facebook o con señales de humo.
el Twitter más rápido del oeste
Hace poco poco tiempo, hubo un senador que tuvo el Twitter más rápido del oeste. Llegó, experimentó y huyó.
SenBeltrones se fue, en su lugar quedó un triste «Sorry, that page doesn’t exist»; pero, ni tardo ni perezoso, emergió SanBeltrones… aquí las pruebas.
¿Que dónde está? Acá.