Hace poco poco tiempo, hubo un senador que tuvo el Twitter más rápido del oeste. Llegó, experimentó y huyó.
SenBeltrones se fue, en su lugar quedó un triste «Sorry, that page doesn’t exist»; pero, ni tardo ni perezoso, emergió SanBeltrones… aquí las pruebas.
¿Que dónde está? Acá.