Siempre he pensado que quienes asisten a un funeral dan una idea más o menos clara del muerto. Las imágenes del funeral del obispo Samuel Ruiz dejan ver ríos de lágrimas en las caras de indígenas de ropas coloridas, le lloran como le llorarían a un papá, le cantan para despedirlo, se acercan al féretro con libertad. La opción por los pobres de Samuel Ruiz no se limitó al discurso. Los pobres para los que vivió ahora lloran su muerte. Descanse en paz.
Foto: Víctor Camacho, La Jornada.
Otro obispo que conocí hace unos meses que también se da a los pobres es el de la diócesis de la Tarahumara en Chihuahua. Un tipo increíble, que realmente transforma a quienes están a su alrededor por su testimonio… Después de conocer a tantos cardenales, obispos, padres, etc. que son puras palabras, este renovó mi fe en la jerarquía eclesial… bueno, en parte de ella por lo menos.
Es genial encontrar gente que realmente vive lo que predica. Gracias por venir.